Rousseff crea nuevos santuarios ecológicos en el Día del Medio Ambiente

Brasilia, 5 jun.- La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, aprovechó hoy la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente para anunciar la creación de dos nuevos parques nacionales, la ampliación de otros tres y diversas medidas de apoyo a los pueblos indígenas.

Los decretos relativos a esas nuevas medidas medioambientales fueron firmados por Rousseff en un acto celebrado en el Palacio presidencial de Planalto, al que asistieron autoridades nacionales y de la ONU, vinculadas a la Conferencia sobre Desarrollo Sustentable Río+20, que se celebrará dentro de 15 días en Río de Janeiro.

Asimismo, la mandataria sancionó un decreto que establece normas para que todas las empresas que prestan servicios o venden productos al Estado utilicen prácticas medioambientales correctas, a fin de mantenerse en el listado de proveedores oficiales.

En relación a los pueblos indígenas, Rousseff sancionó los decretos que formalizan siete nuevas reservas, así como anunció la creación de un comité gubernamental que deberá diseñar políticas para mejorar la atención sanitaria y la alimentación en las aldeas.

"Brasil se ha convertido en uno de los países que más avanza en la protección de su biodiversidad y la construcción de un modelo de desarrollo sustentable y hoy está dando nuevos pasos en ese camino", declaró Rousseff.

Según dijo la jefa de Estado, ahora el país debe avanzar en la promoción de una "economía verde e inclusiva" y fortalecer "las cadenas productivas comprometidas con la preservación", de modo que la "responsabilidad" medioambiental sea asumida también por la totalidad del sector privado.

Durante la ceremonia, la ministra brasileña del Medio Ambiente, Izabella Teixeira, presentó nuevos datos que confirman la tendencia a la baja que se registra en el ritmo de desforestación amazónica desde 1998.

Según Teixeira, entre agosto de 2010 y julio de 2011 las tasas de deforestación en esa región cayeron un 8 por ciento, pese a que en ese lapso fue talada una superficie de 6.400 kilómetros cuadrados.

La ministra admitió que "aún queda mucho por hacer", pero valoró que esa es la menor tasa de deforestación que se registra en ese mismo período desde que se comenzaron a medir esos indicadores en la Amazonía, hace ya dos décadas.