Rousseff: por primera vez una generación de brasileños no conoce el hambre

  • La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, celebró hoy, durante su discurso de investidura, que por primera vez en el gigante latinoamericano una generación de brasileños no vivió "la tragedia del hambre", pero precisó que el fin de la miseria "es sólo el inicio".

Brasilia, 1 ene.- La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, celebró hoy, durante su discurso de investidura, que por primera vez en el gigante latinoamericano una generación de brasileños no vivió "la tragedia del hambre", pero precisó que el fin de la miseria "es sólo el inicio".

"Rescatamos a 36 millones de la extrema pobreza. Nunca tantos brasileños ascendieron a la clase media. Nunca el salario se apreció durante tanto tiempo y con tanto vigor (...)", afirmó la mandataria, reelegida el pasado octubre, durante un largo discurso pronunciado en el pleno del Congreso Nacional de Brasilia.

La jefa de Estado, de 67 años, subrayó las medidas tomadas tanto por ella, como por su antecesor y padrino político, Luiz Inácio Lula da Silva, y prometió no "traicionar" los avances sociales cosechados por el Partido de los Trabajadores (PT) durante los últimos 12 años de Gobierno, a pesar de los ajustes anunciados en materia económica.

Rousseff se comprometió también a implementar los cambios pedidos por los brasileños y destacó que el país entrará "en una nueva etapa del proceso histórico del cambio social".

"El recado que nos mandó el pueblo no sólo fue de reconocimiento, fue también de que quiere más y mejor. Por eso la palabra mas repetida durante la campaña fue cambio y el tema invocado, reforma", añadió Rousseff, quien estuvo acompañada en la ceremonia por varios presidentes latinoamericanos y representantes de delegaciones extranjeras.

A la ceremonia de investidura asistieron los gobernantes de Bolivia, Chile, Costa Rica, Paraguay, Uruguay y Venezuela, así como los vicepresidentes de China, Estados Unidos y Argentina -en esa orden los mayores socios comerciales de Brasil- y delegaciones de otros 70 países.

La única presidenta ausente entre los países del Mercosur es la argentina Cristina Fernández, quien sufrió una fractura en un tobillo y envió en su lugar al vicepresidente Amado Boudou.

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