Se acaba, al menos oficialmente, el sueño español de un joven marroquí

  • Nossair, un joven marroquí de 18 años, es desde hoy ilegal en España, al menos oficialmente; pese a estar viviendo con una familia en Ceuta, este joven ha visto cómo los trámites burocráticos para seguir su sueño español acababan de forma legal al cumplirse la vigencia de su permiso de residencia.

Rafael Peña

Ceuta, 10 ago.- Nossair, un joven marroquí de 18 años, es desde hoy ilegal en España, al menos oficialmente; pese a estar viviendo con una familia en Ceuta, este joven ha visto cómo los trámites burocráticos para seguir su sueño español acababan de forma legal al cumplirse la vigencia de su permiso de residencia.

La historia de este joven continúa alimentando todo tipo de comentarios, después de haber recibido la familia miles de muestras de apoyo traducidas en más de 100.000 firmas recogidas para que Nossair no sea expulsado a Marruecos y pueda permanecer junto a esta familia ceutí.

Nossair, que entró ilegalmente en Ceuta como otros muchos menores de edad, es decir, por la frontera con Marruecos junto a un adulto que simulaba ser su padre o escondido entre las más de 20.000 personas que cruzan a diario el paso fronterizo, abandonó el centro de acogida de menores de Ceuta en enero de este año al cumplir la mayoría de edad.

Desde ese momento disponía de un permiso de residencia en Ceuta que le permitía estar en la ciudad hasta el 9 de agosto, teniendo que garantizar antes de ese día -o sea ayer- que tenía medios económicos para valerse por sí mismo mediante un trabajo que permitiera mantener su situación de arraigo.

Un trabajador del Instituto Ceutí de Deportes -empresa municipal que gestiona el deporte en Ceuta- conocía a Nossair de participar en carreras de atletismo y también supo que el joven llevaba varios días viviendo en la calle al no tener medios para subsistir.

Este trabajador optó, a finales de enero, por llevarse a su casa al joven para que se convirtiera en el tercer hijo del matrimonio. Y así hasta hoy.

La madre de acogida, Mar Ruedas, emprendió hace varias semanas una campaña de recogida de firmas para pedir que Nossair no fuese expulsado a Marruecos y siguiera viviendo en esa casa. "Sigo manteniendo que será tratado como mis otros dos hijos", ha afirmado a Efe Mar Ruedas.

Oficialmente, desde que el 29 de julio entregaran 90.000 firmas de apoyo en la Delegación del Gobierno, no tienen ninguna noticia. "En la Oficina de Extranjería es pronto para recibir alguna noticia porque los trámites para analizar la documentación presentada son lentos pero sí esperábamos recibir una llamada de la Delegación del Gobierno, pero nada", nos ha dicho con resignación.

Mar Ruedas sabe perfectamente que desde ayer Nossair es un inmigrante ilegal más. "Sólo esperamos que mientras se tramitan los documentos por Extranjería se vea prorrogada la situación porque vamos a seguir luchando por ofrecer un futuro a este joven que en Marruecos no tiene nada".

Más de 90.000 firmas a través de la plataforma virtual "Change.org" así como más de 10.000 firmas recogidas en Ceuta avalan a este matrimonio que sólo pretende ofrecer un futuro a un marroquí que vive "apagado y apenado" estos últimos días sin tener una noticia sobre su situación.

Lo único cierto es que hoy, al menos de forma oficial, se ha acabado el sueño español de un marroquí.

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