Al menos 129 personas murieron en la capital francesa en una serie de atentados, incluidos tres a proximidad del Estadio de Francia, donde se disputaba el partido entre Alemania y Francia.
Los jugadores alemanes, conmocionados por lo ocurrido, pasaron la noche del viernes tumbados en colchones en el interior de su vestuario, en lugar de regresar a su hotel parisino. El sábado volvieron a Alemania en avión.
El seleccionador alemán, Joachim Loew, conversará este domingo con los responsables del equipo para decidir si mantienen el encuentro previsto contra Holanda.
"Es un tema muy delicado para el equipo", dijo Loew, que describió lo ocurrido en París como una "pesadilla".
"Opino que no debemos ceder ante el terror y que los terroristas no deberían obtener el triunfo de vernos bailar al son que tocan", declaró Loew.
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