Calais y Roszke son los dos campamentos de refugiados más conocidos por la opinión pública debido a las muertes accidentales en el primero de ellos y a los abusos y condiciones infrahumanas en el segundo. Sin embargo, no son los únicos campos de refugiados en territorio europeo. El de Ventimiglia, en la frontera franco italiana, acaba de ser desalojado.
La Policía italiana intervino a primera hora de la mañana para desalojar a un centenar de inmigrantes que desde el pasado junio ocupaban como protesta una parte de las escolleras en la localidad de Ventimiglia, fronteriza con Francia.
Muchas de ellos se dispersaron por la localidad al ver la llegada de los agentes, pero unos 50, la mayoría activistas franceses, permanecen aún en las escolleras rodeados por las fuerzas del orden, según Il Corriere.
"No nos vamos. Resistiremos en la escollera", se lee en la cuenta de la red social Twitter de la asociación "No Border (No fronteras) Ventimiglia", que durante estos meses ha gestionado el campamento.
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