Lima, 20 feb.- Un 44 % de escolares en Perú sufrió de "bullying" (acoso) homofóbico, inclusive de parte de sus profesores, y un 14 % de estudiantes no heterosexuales intentó quitarse la vida por ese motivo, según reveló un estudio auspiciado por la ONU al que Efe tuvo acceso hoy en Lima.
El "bullying" homofóbico es el acoso verbal contra jóvenes vistos como no heterosexuales y es más común entre varones que entre mujeres, indicó el estudio elaborada, además de Perú, en escuelas públicas de Chile y Guatemala por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la peruana Universidad Cayetano Heredia.
Un 68 % de escolares no heterosexuales dijo haber sido víctima de acoso homofóbico, contra un 43 % de los heterosexuales, de acuerdo con las entrevistas realizadas a 900 estudiantes.
Ese tipo de hostigamiento se extiende también a cualquier estudiante que tenga la apariencia de ser frágil, tímido, callado o sensible y que, por ese motivo, recibe los calificativos de "cabro", "rarito" y "machona", en el caso de las mujeres.
El documento, denominado "Era como ir todos los días al matadero - El bullying homofóbico en instituciones educativas públicas de Chile, Guatemala y Perú", indicó que ese tipo de maltrato llevó al aislamiento de las víctimas, a la depresión y un 14 % de no heterosexuales al intento de suicidio.
Un 23 % de escolares avisó a sus profesores, pero los jóvenes no heterosexuales reportaron con mayor frecuencia que los heterosexuales que fue un profesor el perpetrador del "bullying" contra ellos, indicó el documento en sus conclusiones.
También un 35 % de las víctimas no heterosexuales abandonó el centro de estudios y el 50 % de las víctimas heterosexuales refirió que "aprendió a pelear" para terminar con el acoso.
Respecto a las expectativas de solución del problema, los estudiantes entrevistados manifestaron sus deseos de que la escuela ofrezca una salida con un compromiso directo de los maestros y autoridades.
El estudio señaló que en Perú el castigo humillante del agresor es considerado "la única forma de resolver los problemas", pero que la reacción del colegio no es la más efectiva, a pesar de que esa problemática fue abordada en una ley promulgada en 2011.
El documento recomendó poner atención al medio ambiente social en el que está inserta la escuela para implementar políticas sensibles a cualquier tipo de minoría étnica y sexual.
Además, la norma recomienda persuadir a las autoridades y profesores a estar atentos ante las agresiones homofóbicas e intervenir inmediatamente, recibir entrenamiento para identificar comportamientos homofóbicos y racistas entre los alumnos, y desarrollar programas de diálogo educativo para incrementar la conciencia sobre las consecuencias de este problema.
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