Un cirujano de Médicos del Mundo sigue operando en Gaza tras el fin de tregua

  • Un cirujano de Médicos del Mundo sigue operando en Gaza tras la reanudación del conflicto por la ruptura de la tregua, en la Unidad de Quemados del hospital de Shifa, donde ha practicado en la última semana una veintena de intervenciones.

Madrid, 20 ago.- Un cirujano de Médicos del Mundo sigue operando en Gaza tras la reanudación del conflicto por la ruptura de la tregua, en la Unidad de Quemados del hospital de Shifa, donde ha practicado en la última semana una veintena de intervenciones.

En un comunicado, la organización humanitaria, que pide la protección de la población civil "por encima de todo", explica que mantiene en la franja un equipo de cuatro personas, integrado por la coordinadora de emergencias, el cirujano plástico, una psicóloga y la administradora local que Médicos del Mundo mantiene en Gaza desde 2006.

El médico logró entrar en la zona el pasado 12 de agosto y forma parte de una intervención para dar respuesta a la solicitud de personal especializado realizada por el Ministerio de Salud palestino.

La organización médico humanitaria está ultimando la adquisición de material de ortopedia para posteriores intervenciones quirúrgicas, así como otros materiales de emergencia.

Además, Médicos del Mundo está preparando una intervención en salud mental con el personal sanitario que ha estado trabajando en primera línea de respuesta a la emergencia.

La atención que está prestando esta ONG se centra en dar apoyo psicológico a las personas que cuidan de otras, para normalizar las reacciones ante la situación traumática que la población de Gaza ha vivido durante más de un mes de intensos bombardeos, junto a un sistema de atención basado en clínicas móviles que se están desplazando a las escuelas públicas, atendiendo a unos 90 pacientes diarios.

En cuanto a la salud pública, Médicos alerta de que existe un alto riesgo de extensión de enfermedades relacionadas con la falta de higiene -ya se han documentado casos de sarna o piojos- y la insalubridad del agua, así como por la posible extensión de enfermedades infecciosas, ante los problemas de abastecimiento de agua tras la destrucción de la principal planta distribuidora.

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