Un dirigente islamista presenta una solución para superar la crisis en Egipto

El Cairo, 29 sep.- El islamista Esam al Erian, vicepresidente del Partido Libertad y Justicia (PLJ), brazo político de los Hermanos Musulmanes, y cuyo paradero se desconoce, ha presentado una iniciativa para "sacar a Egipto de la crisis actual", en un vídeo colgado en las últimas horas en internet.

En la grabación, difundida en su página de Facebook, Al Erian explica que "el primer paso para salir de la dura crisis, que ha destruido la economía de Egipto y dividido a la sociedad, es que los golpistas confiesen sus errores y que se han equivocado tomando el lado de una sola facción".

Existe confusión sobre el paradero de Al Erian, que no ha aparecido en público desde el desmantelamiento de las acampadas de los islamistas en El Cairo a mediados de agosto pasado.

Fuentes policiales señalaron el 19 de septiembre que había sido detenido durante una operación de seguridad en la localidad de Kerdasa, junto a El Cairo.

Sin embargo, la grabación de este vídeo e informaciones publicadas recientemente en medios de comunicación egipcios sugieren que podría seguir libre.

En su iniciativa, Al Erian propone que antes de iniciar un diálogo se recupere primero "la confianza mutua" con la anulación de las medidas resultantes del golpe militar que depuso el 3 de julio al presidente Mohamed Mursi, que militó en la Hermandad hasta que accedió a la presidencia en junio de 2012.

Por ello, solicita que se restituya a Mursi y la "legitimidad violada" para cumplir con la "hoja de ruta" del derrocado mandatario.

Además, pide que se libere a los detenidos y se someta a un juicio justo a quienes contribuyeron o alentaron las "matanzas" en los últimos meses.

Al Arian era una de las caras públicas más conocidas de los Hermanos Musulmanes hasta su paso a la clandestinidad, y ha ejercido de portavoz de la organización en muchos momentos de su historia reciente.

La Justicia egipcia lo reclama por el delito de supuesta incitación al asesinato de manifestantes, con motivo de las masivas protestas populares contra el gobierno islamista de Mursi previas al golpe militar.