Un empleado de la Cruz Roja asesinado en República Centroafricana

  • Un empleado local del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) fue asesinado hoy en el norte de la República Centroafricana, según confirmó el organismo en un comunicado.

Ginebra, 8 mar.- Un empleado local del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) fue asesinado hoy en el norte de la República Centroafricana, según confirmó el organismo en un comunicado.

Según el CICR, hombres armados entraron en la misión católica de la localidad centroafricana de Ndelé, donde se habían refugiado cuatro empleados del organismo y asesinaron a uno de ellos, mientras que los otros tres resultaron ilesos.

"Estamos indignados con este asesinato. Es inaceptable. Hacemos un llamamiento urgente a todos los grupos armados a que respeten a los empleados del movimiento de la Cruz Roja y la Media Luna Roja y a todos los que llevan a cabo un trabajo humanitario", afirmo Georgios Georgantas, jefe de la delegación del CICR en la República Centroafricana.

Asimismo, Georgantas hizo un llamamiento a todas las partes implicadas en el conflicto a cumplir la ley humanitaria internacional, para que todos aquellos que están intentado ayudar a la población civil puedan hacer su trabajo.

Este asesinato ha ocurrido en un momento en que la situación de seguridad en el país está empeorando, recuerda el comunicado.

"La violencia y el crimen están ampliándose y están exacerbando la previamente desastrosa situación en la que ya vivían cientos de miles de ciudadanos centroafricanos", concluye el comunicado.

Según la ONU, unos 2,5 millones de personas, más de la mitad de la población de 4,6 millones con la que cuenta el país, necesita ayuda humanitaria, pero la mayoría no la reciben a causa de la creciente inseguridad.

Desde diciembre del 2013, la violencia ha forzado el desplazamiento de casi un millón de personas, de los cuales 700.000 son desplazados internos, 232.000 sólo en la capital, Bangui.

Cerca de 300.000 han huido y se refugian en países vecinos, especialmente en Chad y Camerún.

Los refugiados huyen de la ola de violencia sectaria que vive el país desde que en diciembre pasado comenzaron los enfrentamientos entre partidarios musulmanes del ex grupo rebelde Séléka y las milicias cristianas "Anti-Balaka".

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