Un estudio asegura que no han aumentado las calimas y que no está previsto que lo hagan

Santa Cruz de Tenerife.- Un estudio conjunto de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y del Centro Nacional de Supercomputación de Barcelona (BSC-CNS), asegura que las intrusiones de polvo procedentes de África no han aumentado en Canarias y no está previsto que lo haga, informó a Efe Emilio Cuevas, director del Centro de Investigación Atmosférica de Izaña (Aemet).

El estudio se basa en los datos diarios que Aemet registra en el Observatorio de Izaña desde 1987 hasta la actualidad, auditados internacionalmente, y en una simulación hacia atrás, hasta 1958, para lo que se ha contado con los recursos de supercomputación del ordenador Marenostrum del BSC-CNS, explicó Emilio Cuevas.

En este trabajo se tienen en cuenta las intrusiones de polvo para los dos observatorios del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), ubicados en El Roque de los Muchachos (La Palma) y El Teide (Tenerife), y en él se concluye que la calima no ha aumentado ni hay datos que permitan decir que lo hará en el futuro.

Emilio Cuevas comentó que hasta ahora no había elementos de juicio sobre esta cuestión, mientras que con este estudio se afirma que en ningún caso las intrusiones de polvo procedente de África han aumentado al nivel de los telescopios descartando cualquier impacto sobre las observaciones astronómicas realizadas en los mismos.

De este modo, añadió Emilio Cuevas, resulta que se mantienen las condiciones que se estimaron excelentes para instalar los telescopios en La Palma y Tenerife en su día.

El informe fue entregado en diciembre del pasado año al IAC, que lo ha sumado al expediente que defenderá que el Telescopio Extremadamente Largo se instale en La Palma.

Emilio Cuevas destacó que el informe se basa en informaciones de largo plazo de observaciones de polvo, de las que aseguró que hay muy pocas en el mundo.

Comentó que en 1987 los Estados Unidos de América del Norte comenzaron un proyecto para conocer las influencias de los aerosoles en el Atlántico Norte, para lo que se eligieron cuatro estaciones, ubicadas en Irlanda, Barbados, Bermudas y Canarias.

De este modo, en Aemet hay un registro diario de intrusiones de polvo que se considera la más larga del mundo en la troposfera libre, y además existen medidas mediante fotómetros solares de la cantidad de polvo que hay en la columna que va desde el suelo hasta el exterior de la atmósfera.

Además, dijo Emilio Cuevas, el Observatorio Atmosférico de Izaña es un centro de calibración de la red mundial que mide el espesor óptico de aerosoles, que pertenece a la NASA, denominada Aeronet.

Así, Aemet puede caracterizar ópticamente los aerosoles y cómo la presencia de polvo afecta a las observaciones astronómicas.

El Observatorio de Izaña se incorporó en 1984 a la red de Vigilancia Atmosférica Mundial de la Organización Meteorológica Mundial, que cuenta con unas quince estaciones en todo el mundo para vigilar la evolución de la composición atmosférica y de determinados parámetros físicos con el paso del tiempo, y observar la evolución de la capa de ozono, los gases de efecto invernadero, los aerosoles, y los gases reactivos.

En el Centro de Investigación Atmosférica de Izaña se trabaja en el estudio de los aerosoles desde 1984, y desde el pasado año, junto al Centro Nacional de Supercomputación de Barcelona alberga un nodo regional de la Organización Meteorológica Mundial para predecir, vigilar y estudiar las tormentas de polvo y arena en una región que abarca el norte de África, Oriente Próximo y Europa, señaló Emilio Cuevas.

Es el centro de referencia en esa amplia región en todo lo que tenga que ver con intrusiones de polvo.

Emilio Cuevas explicó que sí es verdad que durante las dos últimas décadas se ha producido en Canarias un aumento de intrusiones de polvo, pero a nivel de mar, sin que haya afectado o afecte a los dos observatorios del IAC.

Pidió que se tenga cuidado al hablar de este aumento de calima, pues señaló que la atmósfera, de tiempo en tiempo y no se saber por qué, tiene fases de varios años en los que el anticiclón de las Azores se refuerza o se mueve hacia el este, ocasionando periodos más secos de lo normal.

Hay un índice, el de la Oscilación del Atlántico Norte, que afecta a toda Europa, basado en la diferencia de presión medida en las Azores y en Reikiavik.

Ese índice da cuenta del movimiento de todos los frentes meteorológicos y las borrascas que se mueven de oeste a este, de EEUU hacia Europa, y si es muy positivo favorece la entrada de masas de aire africano en la región de Canarias, mientras que si es negativo no hay tantas intrusiones.

Emilio Cuevas manifestó que desde los años 80 del pasado siglo se ha producido un índice positivo, pero insistió en que es algo episódico y no permanente, y solo afecta al nivel del mar. De hecho parece que nos encontramos entrando ya en una fase de índice negativo.