No es lo mismo burka que hiyab

  • Cada vez son más los ayuntamientos catalanes que están prohibiendo el uso público del burka y el niqab. El velo integral islámico ya no se puede llevar ni en Lérida ni en Barcelona ni en Tarragona, entre otros municipios, mientras los partidos discuten sobre su legislación a nivel nacional. Pero, ¿qué son exactamente estas y otras prendas musulmanas? ¿Es necesario regular su uso?

El Corán, el libro santo del islam, dice en uno de su versículos que el esposo diga a sus "esposas, hijas y [demás] mujeres creyentes que deben echarse por encima sus vestiduras externas [cuando estén en público]: esto ayudará a que sean reconocidas [como mujeres decentes] y no sean importunadas".

El islam le ha dado un sentido religioso a que la mujer vaya cubierta para proteger su cuerpo, pero "no todo responde a una imposición musulmana", según explica María Dolores Algora, experta en el mundo árabe e islam, profesora de la Universidad San Pablo CEU.

La mujer saharaui, por ejemplo, utiliza un velo de colores llamado melhafa que responde a las necesidades del desierto, en Ceuta y Melilla se ve mucho la túnica haike -típica de Marruecos- y ninguna de ellas responde a motivos religiosos según indica Algora. En Argelia o Túnez los velos completos son de color blanco, para soportar mejor el calor del norte de África.

Pero las prendas del mundo árabe que han generado la polémica en España son otras. Tanto el burka como el niqab están prohibidos ya en distintos municipios catalanes y el Senado ha aprobado hoy una moción propuesta por el PP en la que instan al Ejecutivo de Zapatero a realizar una legislación a nivel nacional al respecto.

Los velos de la polémica

El burka es el velo integral islámico más restrictivo de todos: originario de Afganistán, no sólo cubre el cuerpo de la mujer de la cabeza a los pies, sino que incluye una rejilla delante de los ojos. Esta rigurosa interpretación de las líneas del Corán ha provocado a las mujeres que lo llevan muchos problemas visuales y de ceguera, apunta Algora.

El niqab –originario de la península arábiga y el Golfo Pérsico- es similar al burka, aunque con una diferencia fundamental: los ojos de la mujer quedan al descubierto. Algo más abierto es el chador, del que aún no se ha hablado en España.

Se trata de una pieza completa que deja ver toda la cara tapando el resto del cuerpo, un "símbolo de fervor religioso" impuesto tras la revolución de los ayatolás en Irán en los años 80, aclara la experta en el mundo árabe y el islam. Ambas prendas "ya se están extendiendo mucho" en el Reino Unido y Francia, debido a la destacada inmigración islámica.

Mucho menos estricto es el hiyab o velo (que cubre únicamente la cabeza), que tiene distintas versiones como el al-amira o la shayla y está extendido en las culturas árabes mediterráneas.

Imposición o elección

Las prendas islámicas se entienden en Europa a menudo como un símbolo de represión de una sociedad machista. Sin embargo, aunque llevar un burka o un velo muchas veces se debe a la imposición del marido o de la familia por cuestiones tradicionales, también hay mujeres que eligen llevarlo libremente.

"En Afganistán ya no es obligatorio el uso del burka [desde la caída del régimen talibán], pero hay muchas mujeres que lo siguen llevando. Puede ser por represión, pero también ellas están acostumbradas [a llevarlo] y se siente a gusto y seguras", ejemplifica Algora. "Las chicas iraquíes con las que hablé después de la guerra de 2003 llevaban el chador como una forma de identificación de la cultura árabe, en protesta por lo que estaba pasando en Irak y Oriente Medio".

Una postura reivindicativa que también se repite en Europa, según el experto en Oriente Medio Ferrán Izquierdo.

Algora subraya que el velo "no es ni exclusivo de esta cultura ni es de tiempos remotos". Recuerda que en España las mujeres hasta no hace mucho –en los años 50 y 60 del siglo XX- iban a misa con un velo, pero también comenta un caso menos conocido: el del Vejer de la Frontera, en Cádiz. Allí hasta los años 20 ó 30, las mujeres llevaban una vestimenta "muy similar al chador", no por cuestiones religiosas sino por una tradición del medio rural.

Legislar sobre las prendas islámicas

Dos son los criterios que citan la mayoría de los analistas y legisladores en el debate europeo sobre permitir o no el uso del velo en cualquiera de sus formas: la cuestión de la seguridad ciudadana y el respeto por los derechos de la mujer o los valores democráticos.

Con unos a favor de la prohibición y otros en contra, la experta en el mundo musulmán María Dolores Algora, hace una propuesta: imponer una mayoría de edad para que cada mujer elija libremente si desea llevar algún tipo de velo y hasta entonces no permitirlo.

Eso sí: para Algora está claro que por cuestión de "seguridad y orden ciudadano" es necesario que se pueda ver el rostro de las personas y que las personas no tengan dificultades de visión.

Añade que "muchas chicas musulmanas se sienten felices, guapas y elegantes con su velo y tenemos que estar preparados para una sociedad multicultural en la que habrá que legislar muchas cosas".

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