Pero Occidente se mostró escéptico y sostuvo que Moscú está ayudando a su viejo aliado, el presidente sirio Bahsar al-Asad, bombardeando blancos de la oposición.
Los rusos tienen actualmente al menos 32 aviones de combate desplegados en Siria, dicen funcionarios estadounidenses. La flota está compuesta por cuatro bombarderos Su-34, 12 bombarderos Su-25, 12 aviones caza Su-24 y cuatro aviones de combate Su-30. Los aeroplanos están basados en un aeródromo que Rusia ha reforzado y se convirtió en base de operaciones en la región siria de Latakia, en el noroeste del país.
Rusia ha destinado cerca de 500 infantes de marina en la base, probablemente para proteger la instalación. Incluyendo a pilotos, tripulaciones y personal de apoyo, hay alrededor de 2000 efectivos en la base, dicen funcionarios estadounidenses.
Además, aseguran que Rusia ha enviado tanques, carros de transporte blindados, unidades de artillería y helicópteros.
Funcionarios estadounidenses dicen que un general ruso que trabaja en un centro de inteligencia en Bagdad se acercó a la embajada de Estados Unidos y dio un aviso una hora antes de que los aviones de guerra estaban a punto de lanzar ataques en Siria.
Pero el comunicado verbal no tenía información sobre cuándo, dónde o cómo se producirían las incursiones, por lo que estaba muy lejos de lo que el Pentágono prevé cuando se usa en inglés el término "deconfliction" -reducir el riesgo de que aviones de la coalición y de Rusia crucen sus caminos en el mismo espacio aéreo.
El secretario de Defensa estadounidense Ashton Carter dijo este miércoles que comenzarían conversaciones -militares a militares- "en cuestión de días".
Moscú ha dicho que sus ataques aéreos van dirigidos a yihadistas del Estado islámico, pero funcionarios estadounidenses contradicen esa afirmación y aseguran que Rusia estaba atacando a las fuerzas de la oposición siria.
Críticos internos de la administración de Estados Unidos, como el senador de línea dura, el republicano John McCain, dicen que el principal objetivo de Rusia realmente es "mantener el régimen del asesino Assad en el poder."
Philip Breedlove, Comandante general de la OTAN, sugirió el lunes que Rusia había colocado baterías de misiles antiaéreos SA-15 y SA-22 en Siria. Señaló que éstas serían de poca utilidad contra el grupo EI, que no tiene Fuerza aérea. Los misiles podrían servir como una "burbuja" de protección por encima y alrededor de Siria, consideró, en algo que podría obstaculizar los esfuerzos de la coalición.
Fuerzas rusas tienen la ventaja de poder coordinar con Assad mientras planean los ataques e intercambiar datos de inteligencia con el régimen.
Expertos militares destacan los límites de los bombardeos. Los combates en Siria son en centros urbanizados y los grupos rebeldes, sean extremistas o moderados, tratan de no movilizarse en grandes contingentes.
Rusia no pretende poner en acción tropas terrestres.
Carter dijo el miércoles que la coalición habrá de continuar sus ataques contra el grupo EI.
"No tenemos intenciones de hacer ningún cambio en nuestras operaciones aéreas", afirmó.
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