Una triste noticia de España que comentan en el extranjero. ¿Cuánto nos perjudicará?

    • Las personas que deciden importantes inversiones internacionales no sólo se fijan en los índices macroeconómicos.
    • Hay noticias, como la que comentamos aquí, que reflejan realidades muy dañinas para cualquier país.
Un funcionario del ayuntamiento de Cádiz pasó años cobrando sin presentarse en su lugar de trabajo.
Un funcionario del ayuntamiento de Cádiz pasó años cobrando sin presentarse en su lugar de trabajo.

La noticia que me dispongo a comentar ha pasado relativamente desapercibida en España. Pero no en el extranjero. Lo digo con pesar, porque algo nos ha debido de costar, y no solo en términos de imagen.

No me extrañaría que algunos miles de euros y algunos puestos de trabajo futuros se hayan esfumado o al menos retrasado después de leer informaciones como la siguiente.

Fue publicada por la periodista Ana María Ortiz este jueves en El Mundo. El titular lo dice todo: Catorce años cobrando sin trabajar en Cádiz.

Cuenta la historia de un funcionario que, tras el cambio de Gobierno acontecido a mediados de los 90 en esta capital andaluza, trasladaron a un puesto sin contenido ni responsabilidades concretas.

El señor llegaba a su despacho por las mañanas, estaba presente algunas horas -menos de las que establecía su contrato que le comprometía a trabajar de 8 a 15 horas- y después de iba.No en la oficina, pero sí en la nómina

Pasaron los años y cada vez acudía menos tiempo a su anodino empleo. Se aburría. Nadie le hacía caso. Le habían quitado competencias. Leía libros de filosofía para llenar las horas muertas.

Hasta que se hartó.

Y un día dejó de ir a trabajar. Un día y otro y otro y otro. Y nadie le echó de menos.

Nadie se extrañó de su ausencia. Simplemente había desaparecido de un trabajo inútil. Pero no de la nómina. Los contribuyentes siguieron pagándole el salario hasta que un día, seis años después de su salida, un antiguo jefe se acordó de aquel señor y quiso averiguar qué había sido de él.

Comprobó que seguía en nómina, pero, cuando quiso conocer su ocupación actual, se enteró de que hacía años que nadie sabía nada de él. Cobraba, sí, pero llevaba años en paradero desconocido. Durante ese tiempo, los españoles habían pagado alrededor de medio millón de euros a un servidor que no les servía en nada.Devolver 27.000 euros tras cobrar medio millón

El caso se llevó a los tribunales hace seis años y estos acaban de confirmar (sí, seis años han tardado después de los correspondientes recursos) que el señor hizo mal y que debe devolver… 27.000 euros. Sí, han leído bien: 27.000 euros.

Recapitulemos:

a) Los españoles contratan a un señor. Le ponen un sueldo, un horario cómodo de trabajo y se olvidan de él y del cometido encargado.

b) El señor, harto de no hacer nada, deja de ir a trabajar. Pese a todo, los españoles no se olvidan de pagarle ni un solo mes.

c) Cuando se percatan del dislate, los españoles acuden a la Justicia y ésta, tras seis años de sentencias recursos y contrarrecursos, le exigen devolver al erario público 27.000 euros del medio millón devengado por no hacer nada.

d) El señor no está conforme con la sentencia, y ha escrito al actual alcalde de Cádiz para que tenga la bondad de no cobrar la cantidad reclamada, puesto que él se considera víctima de acoso laboral del PP, que le encargó un trabajo vacío de contenido.

La noticia ha recibido escaso eco en prensa española, pero sin embargoha sido publicada este viernes en medios extranjeros de acreditado prestigo como la cadena BBC, el diario The Independent, la web 'Político' y el diario The Times.Spanish civil servant fined €27,000 after not going to work for "at least" six years https://t.co/JSkBLxiuH5pic.twitter.com/hy8wmjHLd7— BBC Business (@BBCBusiness) febrero 12, 2016

Llamadme antipatriota, si queréis, pero si yo fuera un empresario mediano de Liverpool, con ganas de trasladar mi negocio al sur de España, donde hace tan buen sol y vive gente tan simpática, me lo pensaría dos veces antes de hacerlo. O tal vez no me lo pensaría: descartaría la idea directamente. Y no quiero figurar lo que opinará el responsable de un gran fondo de inversión extranjero después de leer la noticia en The Times o la BBC.

Un apunte más: me consta que hay profesores de la escuela pública en varios puntos de España que, en meses como mayo, junio o septiembre, se ven obligados a impartir clase a 30 grados (y más) de temperatura. Presencian y sufren golpes de calor, lipotimias, desmayos... lean esta noticia de Alicante (ver aquí), pero podríamos hablar de algo parecido en otras partes del Levante.

La administración dice que no tiene dinero para instalarles aire acondicionado.

Pero sí le sobra para pagar durante años a un funcionario invisible.

Pregunta para el debate: ¿Alguien cree que no perjudican noticias como la comentada?

Sigue @martinalgarra//

Mostrar comentarios