Universidades y estudiantes cuestionan el nuevo modelo de ingreso de alumnos

  • Universidades y estudiantes han cuestionado hoy el modelo de ingreso de nuevos alumnos previsto en la reforma educativa, pues creen que las pruebas específicas de acceso que pudieran convocar las facultades pueden ser discriminatorias y un desbarajuste organizativo.

Madrid, 24 may.- Universidades y estudiantes han cuestionado hoy el modelo de ingreso de nuevos alumnos previsto en la reforma educativa, pues creen que las pruebas específicas de acceso que pudieran convocar las facultades pueden ser discriminatorias y un desbarajuste organizativo.

"Se deben respetar los principios de igualdad, no discriminación, mérito y capacidad", ha subrayado a Efe la secretaria ejecutiva de la Red Universitaria de Asuntos Estudiantiles (Runae), María Victoria Vivancos.

La selectividad actual -que se suprime en el proyecto legislativo- es una prueba universal, lo que implica, ha explicado, que la nota le sirve al alumno para intentar acceder a cualquier universidad pública.

Las universidades tampoco entienden, prosigue, el sentido de la evaluación final de Bachillerato, que habrá que aprobar para graduarse en estos estudios.

La nota del Bachillerato, ponderada entre la media de calificaciones de las asignaturas cursadas (todas han de aprobarse) y el resultado de esa evaluación final, servirá para ingresar en las universidades, según el proyecto de Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce).

Adicionalmente, las universidades podrán fijar procedimientos de admisión en los estudios de grado, que pueden incluir de forma excepcional "evaluaciones específicas de conocimientos y/o competencias".

Vivancos advierte de que esas pruebas pueden basarse en elementos subjetivos y podrían suponer también que un alumno se viera obligado a "ir de romería" por distintas facultades para presentarse a las pruebas que convocasen cada una de ellas para unos mismos estudios, por ejemplo Medicina.

También ha llamado la atención sobre si algunas universidades decidieran requerir conocimientos de lenguas cooficiales.

"Esto es insostenible", ha enfatizado antes de defender que continúe el sistema actual de pruebas de acceso, con algún retoque, pues sirve a todos los alumnos para "competir en igualdad de condiciones".

Entre los alumnos, el vicepresidente del Consejo de Estudiantes Universitarios del Estado (Ceune), Gabriel Martín, ha alertado del "caos" que puede suponer todo esto, sobre todo si el calendario no está armonizado, de tal forma que puedan coincidir en las mismas fechas las pruebas propias que convoquen varias universidades para una misma titulación.

Ha propuesto que un grupo de trabajo formado por Ministerio de Educación, universidades y estudiantes busque una solución que evite lo que pudiera ser una "catástrofe".

El portavoz del Comité de Representantes de Universidades Públicas (Creup), Aratz Castro, se ha opuesto a cualquier "barrera" para seleccionar a los estudiantes con criterios subjetivos.

"Creemos que el sistema actual (selectividad) es adecuado, seguramente se pueda mejorar en la realización de los exámenes, pero apostamos por que se mantenga y se revise técnicamente, si hace falta", ha comentado a Efe.

Sobre la nueva evaluación final de Bachillerato, ha pedido que su coste se dedique a becas y ha deducido que el Ministerio quiere "dificultar" que haya más bachilleres por ser obligatorio aprobarla para titularse.

El presidente de la Confederación Estatal de Asociaciones de Estudiantes (Canae), Álvaro Ferrer, ha reiterado la oposición a la selectividad actual.

"A un alumno que se le viene evaluando desde hace dos años de forma continua (en el Bachillerato), con un seguimiento de su aprendizaje; que se comprometa su futuro en una prueba de dos o tres días nos parece profundamente injusto".

A Ferrer le parece aun peor que ahora se pretenda que el alumno no reciba el título de Bachillerato, aunque apruebe todas las asignaturas, si no supera también una evaluación final.

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