Uruguay asegura que Brasil analiza alternativas a trabas arancelarias

  • El Gobierno de Uruguay informó hoy de que ha logrado que las autoridades brasileñas analicen alternativas para que los vehículos uruguayos no se vean afectados por el alza arancelaria a las importaciones en el sector automotriz, de las que no se libran sus socios en el Mercosur.

Montevideo, 23 sep.- El Gobierno de Uruguay informó hoy de que ha logrado que las autoridades brasileñas analicen alternativas para que los vehículos uruguayos no se vean afectados por el alza arancelaria a las importaciones en el sector automotriz, de las que no se libran sus socios en el Mercosur.

Según un comunicado de la Presidencia uruguaya, el ministro de Relaciones Exteriores del país, Luis Almagro, se reunió con su homólogo brasileño, Antonio Patriota, en el marco de la Asamblea General de la ONU que se celebra en Nueva York y le planteó "los perjuicios económicos, comerciales y políticos" de la medida para Uruguay.

"El canciller brasileño fue muy receptivo y aseguró estudiar alternativas que exoneren a Uruguay de estas medidas", afirma el boletín.

La nota agrega que aunque "será necesario esperar a las respuestas que pueda brindar el Gobierno de Brasil en la semana próxima", este "primer contacto" entre los ministros "posibilitará dinamizar una negociación que posee componentes técnicos pero también un complemento político en lo referente al Mercosur y la Organización Mundial del Comercio".

El Gobierno uruguayo concluye que "en el marco del Mercosur espera alcanzar una solución a los problemas planteados".

La semana pasada, el ministro de Hacienda brasileño, Guido Mantega, anunció un alza del 30 % a los impuestos aplicados a los vehículos importados de fuera del Mercosur y a los procedentes de este bloque comercial que no cumplan una serie de requisitos.

La medida engloba a automóviles, tractores, autobuses, camiones y vehículos comerciales ligeros y se aplicará hasta el 31 de diciembre de 2012.

Para evitar el alza tributaria, los productores radicados en un país del Mercosur tendrán que utilizar un mínimo del 65 % de piezas producidas en el bloque, entre otras condiciones.

Quedarán exentos los fabricantes locales que inviertan en innovación tecnológica y los que realicen la mayoría de sus procesos en suelo nacional, incluyendo aspectos como el estampado, la pintura o la fabricación de motores, transmisiones, embragues u otros componentes.

Brasil, que da un plazo de 60 días a las empresas para adecuarse al nuevo escenario, es el quinto mayor mercado mundial de automóviles y el séptimo productor.

En respuesta, el presidente de Uruguay, José Mujica, indicó el martes que la medida genera "algún escozor" y luego incluso advirtió que su administración podría "replantearse" su futuro dentro del bloque comercial que Uruguay y Brasil conforman junto con Argentina y Paraguay.

La decisión de Brasilia ha generado inquietud en el sector automotriz uruguayo, que cada año exporta a Brasil unos 15.000 vehículos por un valor global de 150 millones de dólares y da empleo directo a mil personas.

Una de las empresas afectadas, EFFA, de capital chino, anunció el jueves el cierre temporal de su planta armadora en el departamento de San José.

Según la Cámara de Indutriales Automotrices del Uruguay, además de EFFA se han visto afectadas por la medida las firmas Chery-Socma, también con inversión china, y Nordex, surcoreana.

EFFA, que produce la marca Lifan, y Nordex (Kia) colocan el 100 por ciento de su producción en Brasil, mientras que Chery-Socma (Chery) exporta el 50 por ciento a ese país.

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