Varias de las víctimas más mediáticas llevan su voz a proceso paz colombiano

  • En el ecuador de la participación de las víctimas colombianas en el proceso de paz entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), varios de las afectados más mediáticos llevarán su voz a La Habana como parte de la tercera delegación que tiene previsto reunirse con ambas partes.

Cynthia de Benito

Bogotá, 1 oct.- En el ecuador de la participación de las víctimas colombianas en el proceso de paz entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), varios de las afectados más mediáticos llevarán su voz a La Habana como parte de la tercera delegación que tiene previsto reunirse con ambas partes.

La expectación sobre la participación de víctimas reconocidas, que lleva meses rondando el debate sobre el proceso en Colombia, se resolvió hoy con la divulgación de los nombres de los doce integrantes del nuevo grupo, que se reunirá mañana con los negociadores.

Esta es la tercera comitiva de las cinco que tienen previsto asistir, y en ella sobresalen tres víctimas: Alan Jara, Luis Herlindo Mendieta y Aída Avella.

Jara, que actualmente es gobernador del convulso departamento del Meta (centro), fue secuestrado por las FARC el 15 de julio de 2001 cuando se desplazaba en un vehículo de Naciones Unidas, y liberado ocho años más tarde.

Una situación similar vivió Mendieta, ahora general retirado de la Policía que permaneció en cautiverio de la guerrilla desde 1998 hasta 2010, cuando fue rescatado por el Ejército, y cuya suerte fue desconocida por su familia en los primeros seis años de secuestro.

Por su parte, Avella representa el genocidio sufrido por el partido de izquierdas Unión Patriótica por parte de paramilitares, que asesinaron a más de 3.200 integrantes de este movimiento y provocaron la desaparición de más de 500 militantes.

Esta dirigente sufrió un atentado el 7 de mayo de 1996, cuando se desempeñaba como concejal de Bogotá, tras el cual se exilió en Suiza durante 17 años; cuando regresó a Colombia, en noviembre de 2013, fue candidata a la vicepresidencia por el Polo Democrático Alternativo (PDA) en las elecciones presidenciales del pasado mayo, en cuya campaña volvió a sufrir otro atentado.

"Todos ellos cumplen con los criterios de la mesa (de negociaciones), puesto que son víctimas de violaciones de derechos humanos", explicó al presentar la lista de nombres el director de la ONU en Colombia, Fabrizio Hochschild.

La ONU y el Centro de Pensamiento de la Universidad Nacional (UN) son los encargados de realizar la selección de las 60 víctimas que participarán en el actual punto de discusión, el cuarto de la agenda, referido al reconocimiento y reparación de los afectados por el conflicto armado.

Además de las caras reconocidas, completan la nómina de ocho mujeres y cuatro hombres el horror de experiencias como la de Emilse Hernández, que fue acusada de ser guerrillera, capturada y golpeada por militares hasta perder el bebé que esperaba, que fue arrojado en su presencia a unos perros.

O el caso de Nancy Yamila Galárraga, que vivió el secuestro, violación, tortura y desmembramiento de cuatro de sus hermanas, que contaban con edades entre los 22 y los 13 años cuando fueron raptadas por paramilitares en su propia casa.

"Este grupo trae a la memoria episodios del conflicto que marcaron al país", destacó el director del Centro de Pensamiento de la UN, Alejo Vargas.

En este sentido, acude a La Habana Martha Luz de Ujueta, que perdió a su hijo menor, de 20 años, en la explosión de un carro bomba de las FARC frente al Club el Nogal, del 2003.

También viaja Erika Paola Jaimes, que tenía tres años cuando su tío, hermano, cuñada y sobrina fueron asesinados por paramilitares en 1999 en la masacre de La Gabarra, al noreste de Colombia, donde perecieron más de 100 personas.

Durante la presentación de los integrantes, la ONU y la Universidad Nacional reiteraron la petición de respeto para las víctimas después de que tres integrantes de anteriores comitivas y dos miembros del equipo organizador hayan sufrido amenazas de muerte por su participación en las negociaciones.

"Es obvio que gran parte de esas amenazas viene de grupos que rechazan el proceso de paz", reiteró Hochschild, que añadió que ha mantenido reuniones con diferentes organismos para garantizar la integridad de estas víctimas.

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