Vitoria es una ciudad verde por las dos caras

Hacer política pensando en los ciudadanos. Fue el objetivo que se marcó hace 30 años el entonces alcalde de Vitoria, José Ángel Cuerda. Se atrevió a utilizar por primera vez la palabra ‘sostenibilidad’. Frenó proyectos urbanísticos, alentó la movilidad urbana ajena al coche y convirtió un anodino curso de formación para técnicos medioambientales en el Centro de Estudios Ambientales (CEA). Aquella casa se convirtió en la sede oficiosa del Gobierno, en la cabeza pensante de una ciudad que quiso adaptarse a sus ciudadanos. Y ellos respondieron. No sólo hay anchísimas avenidas y montes a la vista en Vitoria, también se ha construido un anillo verde, pendiente de cerrar, que cumple una función casi holística, de ecosistema junto al río Zadorra y los Montes de Vitoria y se han cerrado islas dentro de la ciudad al tráfico.

Hasta ahora, todas estas virtudes se disfrutaban de puertas hacia dentro. Pero desde hace apenas una semana, Vitoria es la palabra más buscada en los vídeos de YouTube y la página web del Ayuntamiento recibe más y más visitas tras su nombramiento como Capital Verde Europea. Siete días disfrutando de la nominación y ya empiezan a caer beneficios por el esfuerzo político de dar prioridad al entorno en un país que ha destruido la costa a base de cemento. Ahora, el alcalde de la ciudad, Patxi Lazcoz, dice que apostar por criterios sostenibles no está reñido con generar riqueza. Por el momento, el galardón es simbólico.

Durante todo 2012, Vitoria presumirá de haber sido tocada por la gracia del premio con mayor reputación de la mano de la Comisión Europea. Sin recibir dinero, eso sí. Pero los réditos turísticos que la capitalidad cultural europea ha otorgado a decenas de ciudades augura un nuevo sello de calidad, promoción turística y ejemplo de que pensar en verde no está reñido con el crecimiento económico.

Por ahora, aún es pronto para ver el impacto del galardón en 2012, cuando Vitoria represente a Europa. El premio estará entonces sólo en su segunda edición, después de Estocolmo y Hamburgo, ambas inmejorables ejemplos de ciudades fabricadas para el bienestar de sus ciudadanos.

El Ayuntamiento cambiará su página web para atraer el turismo, sobre todo de fuera. En sólo una semana se han multiplicado las visitas en inglés. Lo verde atrae.