Voluntarios navarros ven la situación más estable tras unos primeros días "caóticos"

  • Pamplona.- Voluntarios navarros del dispositivo de DYA en Haití han afirmado hoy que la situación sanitaria en Puerto Príncipe está ya más estabilizada tras unos primeros días "caóticos".

Regresa el primer equipo médico, entre sus miembros personal de la DYA de Navarra
Regresa el primer equipo médico, entre sus miembros personal de la DYA de Navarra

Pamplona.- Voluntarios navarros del dispositivo de DYA en Haití han afirmado hoy que la situación sanitaria en Puerto Príncipe está ya más estabilizada tras unos primeros días "caóticos".

El dispositivo de DYA en Haití ha contado con la participación de los navarros Alberto Lafuente (anestesista), que ha quedado en el país como coordinador, Mónica Wojtysiak (enfermera), Carlos Pastor, cirujano general de la Clínica Universitaria de Navarra, y Mikel Ucar, técnico de emergencias y logística.

Los voluntarios navarros, que partieron hacia Haití el jueves día 14 y han regresado esta madrugada a Pamplona, han tomado parte en un dispositivo de la DYA en el que han atendido a más de 2.000 pacientes, 750 adultos y 275 niños.

El equipo médico ha realizado 50 intervenciones quirúrgicas y, en colaboración con médicos cubanos y chilenos, ha participado en otras 150 operaciones de traumatología mayor.

El área de pediatría del hospital en el que han trabajado los navarros atendió a entre 40 y 50 niños al día, de los que de 15 a 20 quedaron hospitalizados, y durante unos días acogió además a dos niños huérfanos, hasta que Unicef se hizo cargo de ellos.

Por su parte, el área de urgencias atendió en los dos primeros días a unos 300 pacientes y a cien diarios los días siguientes, y se realizaron asimismo unos 20 partos, uno de ellos de gemelos.

Wojtysiak ha explicado en conferencia de prensa que en los primeros días el trabajo fue de "emergencia pura y dura", ya que el edificio del hospital seguía en pie, pero "los sanitarios locales habían huido ante la avalancha de personas que habían llegado".

A su llegada, ha relatado, había unos cincuenta heridos esperando asistencia sanitaria frente al hospital, de cuyo interior tuvieron que sacar además varios cadáveres antes de comenzar a organizar el trabajo "desde cero".

Al entrar en el hospital "la gente te agarraba de las piernas" pidiendo ayuda, una situación que la dejó "totalmente colapsada", ha señalado Wojtysiak, que ha afirmado no obstante estar "muy contenta" del trabajo realizado, porque se consiguió que el centro sanitario comenzara a funcionar con cierta normalidad.

En este sentido, ha asegurado que, cuando ayer les relevó otro contingente de ocho personas, cinco de ellas de DYA Navarra, la situación era "muy diferente", ya que se había reducido la lista de espera del quirófano y las intervenciones eran sobre todo de carácter programado, para segundas curas o revisión de heridas, incluso por enfermedades no traumáticas como neumonía o diabetes.

El cirujano Carlos Pastor, quien ha destacado que las primeras 48 horas en el país fueron "totalmente caóticas", ha reconocido que la primera sensación al llegar a Haití es la de "echar a correr de allí, escapar como puedas", pero, una vez superada esa impresión, "te pones a trabajar y no sé de dónde sacas fuerzas para poco a poco ir adaptándote psicológicamente primero y luego ir ayudando a la gente".

Durante los seis día y medio de asistencia sanitaria prestada en Haití, ha indicado, el 90% de las cirugías fueron por traumatismos, sobre todo fracturas abiertas o infectadas en las extremidades, muchas lesiones en la cabeza, dos o tres cirugías abdominales, una cesárea y un herido de bala, entre otras incidencias.

Pastor, quien ha aseverado que muchos haitianos no sabían a dónde acudir para ser atendidos "porque no habían visto un médico en su vida", ha subrayado que, en otras catástrofes, la fase de emergencia dura poco tiempo, de quince días o un mes, y después comienza el trabajo de grupos especializados en planes de desarrollo, pero en este caso, ha dicho, "la fase de emergencia puede durar años".

En conjunto, ha resaltado el cirujano, la experiencia en Haití ha sido "dura", pero "positiva" por el trabajo que han podido desarrollar.

Por su parte, Mikel Ucar, tras señalar que el trabajo logístico ha sido "enorme, mucho más grande que en otras misiones" humanitarias, ha declarado que la experiencia "ha sido muy dura, sobre todo los primeros días", porque al llegar al país "no hay nada y tienes que empezar de cero".

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