Weissman: la investigación pública es mucho más eficaz que la privada

  • El investigador estadounidense y pionero en el estudio de células madre, Irving Weissman, afirma que la ciencia y la investigación sostenida con fondos públicos es "mucho más eficiente" que la que se hace desde la empresa privada o los laboratorios, que suelen evitar "correr riesgos" económicos.

Madrid, 15 abr.- El investigador estadounidense y pionero en el estudio de células madre, Irving Weissman, afirma que la ciencia y la investigación sostenida con fondos públicos es "mucho más eficiente" que la que se hace desde la empresa privada o los laboratorios, que suelen evitar "correr riesgos" económicos.

Weissman, director del Instituto de Biología de Células Madre y Medicina Regenerativa de la Universidad de Stanford (California, EEUU) y ex presidente de la Sociedad Internacional de Investigación en Células Madre, sostiene además que la ciencia que se hace desde los centros públicos es más barata, ya que no intenta "cobrar" el coste del proceso en el producto o medicamento final.

Este investigador, fundador además de tres de las primeras compañías existentes dedicadas al desarrollo de terapias con células madre (SyStemix, Cellerant y Stem Cells, Inc), hizo estas afirmaciones a un grupo de periodistas poco antes de pronunciar esta semana una conferencia en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO).

"Existe la creencia de que si quieres obtener resultados de manera rápida y precisa hay que acudir a una compañía o laboratorio privado, y eso es algo absolutamente falso".

"Al trabajar en la Universidad (Stanford), donde no existe el ánimo de lucro, es posible investigar lo que queremos", y patentar después los resultados, por eso "es necesario que las universidades tengan la ayuda del Gobierno".

Weissman recuerda que en los últimos años, durante sus investigaciones con células madre, ha realizado pequeños ensayos clínicos con mujeres afectadas con cáncer de mama metastásico.

"Hicimos un montón de trasplantes de células madre precursoras de células sanguíneas en SyStemix" pero, durante la investigación, la empresa fue adquirida parcialmente por una compañía que a su vez se fusionó con otra, aunque entretanto se iniciaron pruebas clínicas en algunas mujeres.

Weissman observó que al extraer células madre hematopoyéticas (precursoras de células sanguíneas) de estas pacientes, en la mitad de los casos contenían cáncer, por lo que si se retrasplantaban al paciente tras la quimioterapia, en el cincuenta por ciento de los casos también se retransplantaba el cáncer.

Mediante la purificación de las células madre, eliminaron las células cancerígenas pero "mientras estábamos en medio de las pruebas clínicas de esos pacientes en Stanford, la compañía que adquirió SyStemix las suspendió"; "fue una decisión empresarial".

El seguimiento de esa pequeñísima prueba, afirma Weissman, dio como resultado que un tercio de las mujeres que tienen células madre libres de cáncer entre 13-15 años después de padecer la enfermedad estaban vivas, mientras que entre las mujeres que tenían esa "profosangre" depurada la supervivencia llega al 70%.

"Ningún otro tratamiento es tan bueno como el de las células madre libres de cáncer pero no está disponible para la gente porque una compañía lo cerró y estimó que no haría negocio, que no haría suficiente dinero con ello".

Actualmente, Weissman acaba de negociar los derechos para Stanford de ésta y otras investigaciones para el tratamiento del cáncer y enfermedades de la sangre (especialmente en niños con inmunodeficiencia combinada severa) con terapia celular.

Para ello, la universidad californiana abrirá un Centro de Trasplante de Células Madre, aunque Weissman tendrá todos los derechos de propiedad intelectual que tenía en SyStemix y el equipamiento necesario para continuar con sus estudios.

Según Weissman, la inversión total realizada por Stanford es de cuarenta millones de dólares, y "no hay ningún medicamento que haya salido al mercado con una inversión de tan sólo 40 millones de dólares", subraya.

Respecto al hallazgo de la proteína CD47 (una posible diana terapéutica que envía una señal de "no me comas" en leucemias y tumores sólidos), Weissman avanzó que los ensayos clínicos comenzarán a finales de 2013 o principios de 2014.

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