"Ya no tienes enfermedad alguna", el milagro que canonizará a Juan XXIII

    • El milagro tuvo lugar en 1966 gracias a la curación de una religiosa, Caterina Capitani, que padecía una enfermedad estomacal incurable.
    • Las hermanas de Capitani le colocaron una imagen del Papa en el estómago. A los pocos minutos, se recuperó.
Juan XXIII
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Juan XXIII, el 'papa bueno', fue beatificado en 2000 por el mismo pontífice con el que compartirá canonización el próximo 27 de abril, Juan Pablo II. A Angelo Giuseppe Roncalli, que falleció en 1963, se le atribuye un milagro reconocido por el Vaticano.

El milagro tuvo lugar en 1966 gracias a la curación de una religiosa, Caterina Capitani, que padecía una enfermedad estomacal incurable: perforación gástrica hemorrágica con fistulación externa y peritonitis aguda. Pero el 22 de mayo de 1966 las hermanas de Capitani le colocaron una imagen del Papa en el estómago.

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A los pocos minutos, la monja, a la que ya habían dado la extremaunción, se recuperó y pidió de comer. La comisión de teólogos de la Congregación para la Causa de los Santos del Vaticano reconocería el milagro al no poder justificar los médicos el milagro de Capitani. Se escapaba a los ojos de la ciencia.

La monja relataría después su experiencia en primera persona. Capitani aseguró que el propio Juan XXIII se sentó al pie de su cama de enferma, diciéndole que su plegaria había sido escuchada. "Ya no tienes enfermedad alguna". Según contaba la ya fallecida religiosa Caterina Capitani, el 25 de mayo de 1966, el Pontífice Juan XXIII le anunció así que estaba recuperada. Sin embargo, el Papa ya había muerto en 1963.

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Tras su recuperación, los médicos de Nápoles que la atendían decidieron practicarle una radiografía a su estómago. La prueba constató la desaparición completa de la enfermedad. No le quedaban señales de las cicatrices causadas por la fístula. Una comisión de médicos calificó la curación como "inexplicable científicamente".

Otro milagro, no reconocido para la causa de canonización, es el de Giovanna La Terra Majore, de Sicilia, imprevistamente restablecida de una antigua dolencia pulmonar, que la mantuvo postrada en cama y en coma durante 23 años.

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