Mayor sofisticación

Las gestoras españolas acortan el retraso con las internacionales en políticas ESG

Más de la mitad de los activos comercializados en España que emplea Spainsif para el estudio cumple algún criterio ESG, aunque en términos absolutos experimentó una reducción durante 2022 hasta los 374.758 millones.​

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Las gestoras españolas acortan el retraso con las internacionales en políticas ESG. 
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Los mercados financieros avanzan en la adopción de políticas ESG, especialmente, el español, que acorta distancia con respecto a los países europeos. En un contexto de creciente concienciación colectiva sobre este asunto, las acciones enfocadas a la integración de la ESG se erigen como la segunda estrategia por patrimonio bajo gestión tanto a nivel nacional como internacional. Sólo en España, la cifra ascendió a 100.000 millones durante el año pasado (último dato disponible) con una reducción "importante" con respecto a 2021, que supera el 50%.

La causa detrás de este comportamiento puede estar en la mayor sofisticación y documentación de las medidas aplicadas en la Inversión Sostenible y Responsable (ISR), trasladándose el volumen de activos hacia objetivos de 'engagement' y voto, que se sitúa como la primera estrategia en cuanto a activos gestionados, lo que permite a las gestoras españolas recortar distancia con respecto a sus homólogas extranjeras. Esta es una de las principales conclusiones que se desprenden del estudio 'La inversión sostenible y responsable en España' que elabora Spainsif y DWS.

De una muestra de 60 firmas, en su mayoría (33) 'made in Spain', que suponen más del 70% de la inversión colectiva, se desprende que más de la mitad de la inversión que se comercializa en este país ha elevado su peso sobre la cantidad total de activos y el año pasado ya representaban el 55%, cuatro puntos porcentuales más con respecto a 2021, avance que constata la continua "sofisticación" de las acciones de ISR en los últimos años.

Pese a este aumento en el conjunto de la industria, la cifra se ha reducido un punto porcentual, hasta los 374.758 millones en el marco del peor ejercicio que se recuerda para los mercados financieros en décadas. Se trata de la primera vez desde la puesta en marcha de la serie histórica que decrece este mercado en términos absolutos, en el que predominan las firmas nacionales frente a las extranjeras.

La escalada de la inflación, la guerra entre Rusia y Ucrania, además de la subida de los tipos de interés a una velocidad inédita ha provocado que la inversión colectiva vea reducido en un 9% la cantidad total de patrimonio. En este sentido, la directora general de Spainsif, Andrea González, señala que esta menor caída del patrimonio destinado a inversiones en línea con los objetivos climáticos puede deberse al aumento de la muestra con la que se elabora el informe en un 10% con respecto a la empleada en la elaboración del informe anterior.

Desde el año 2018, cuando se comenzó a incorporar al estudio las entidades internacionales, el repunte de vehículos inversores que cumplen algún criterio sostenible ha sido superior al 65%, desde los 210.644 millones contabilizados hace cinco años. "La inversión sostenible y las cuestiones ESG son una de las dimensiones que más rápidamente han evolucionado en los últimos años en la gestión empresarial", ha apuntado Alberto Castilla, socio responsable de Sostenibilidad y ESG en EY España.

Las palancas de engagement y voto se convirtieron en la principal estrategia de Inversión Sostenible y Responsable (ISR) durante el año pasado en el marco de las acciones relacionadas con el activismo empresarial. Entre las temáticas más relevantes destacan los planes de transición climática, los derechos humanos, la diversidad e igualdad de género o los derechos laborales, entre otros.

En un segundo plano se encuentra el 'screening' negativo, que si bien es una de las más extendidas en volumen apenas es significativo. En este sentido, entre las principales exclusiones de empresas o Estados a la hora de invertir en función de su actividad destacan las referidas a las armas como las bombas de racimo, las minas antipersona o aquellas que atentan contra los derechos laborales. En el lado contrario, dentro del 'screening' positivo, los inversores ponen en valor temáticas como las energías renovables, la salud y el bienestar o la gestión del agua.

Por último, la inversión de impacto, aquellas que se realizan con el objetivo específico de aportar un impacto social o medioambiental medible, reduce el monto de activos declarados en un 40%, hasta los 16.800 millones, que contrasta con los 202.137 millones de engagement y voto; los 105.686 que concentra la integración ESG; los 28.977 millones de 'screening' positivo y los 21.156 millones de 'screening' negativo.

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