Redacción EE.UU..- La recuperación de los Mavericks de Dallas quedó confirmada al ganar por 102-92 a los Wizards de Washington para conseguir el quinto triunfo consecutivo y dejar a sus rivales sin lograr el triunfo en los 24 partidos que llevan disputados fuera de su campo desde que comenzó la temporada.
El alero alemán Dirk Nowitzki también recuperó su condición de líder de los Mavericks al anotar 24 puntos, mientras que el pívot Tyson Chandler aportó un doble-doble de 18 puntos con 18 rebotes.
El escolta reserva consiguió 14 tantos con ocho asistencias y el alero Shawn Marion también anotó 14 puntos para capturar nueve rebotes, que permitieron a los Mavericks (32-15) consolidarse en el segundo lugar de la División Suroeste después de haber ganado seis de los últimos siete partidos disputados.
El base puertorriqueño José Juan Barea jugó 14 minutos con los Mavericks para conseguir dos puntos después de anotar 1 de 3 tiros de campo capturó dos rebotes y dio una asistencia.
Ambos equipos no estuvieron acertados en los tiros de personal con 19 de 31 para los Wizards y 25 de 37 para los Mavericks.
Pero el equipo de Dallas estuvo siempre en control del partido y lo decidió en el tercer periodo cuando logró una racha de 14-4 que le iba permitir ponerse con la ventaja parcial de 72-64 y ya no perderla.
El base novato John Wall con un doble-doble de 17 puntos y 10 asistencias fue el mejor jugador para los Wizards (13-34), que perdieron el quinto partido consecutivo y dejaron en 0-24 su marca fuera de su campo, la tercera peor de su historia.
El escolta Nick Young y el alero Rashard Lewis aportaron 18 puntos cada uno, pero no fueron suficientes para evitar la derrota y están a cinco más de empatar la peor marca de visitantes en la historia de la NBA, en poder de los Mavericks de Dallas desde la temporada de 1992-93, cuando perdieron 29 partidos consecutivos.
La nota de color del partido fue la presencia de una gran número de los jugadores de los Steelers de Pittsburgh, el equipo que va a disputar el próximo domingo el Super Bowl y que ya se encuentra en Dallas, junto con los Packers de Green Bay.
Todos ellos fueron invitados por el dueño de los Mavericks, Mark Cuban, un nativo de Pittsburgh, y además seguidor de los Steelers, que llegan al octavo Super Bowl en su historia y buscan el séptimo título de campeones.
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