Ricardo Abad: desafiando al cuerpo humano por una buena causa

  • "Correr un maratón diario durante 500 días". Cuando alguien oye por primera vez en qué consiste el reto de Ricardo Abad (8 de enero de 1971), lo que piensa es "vaya locura" o "eso es imposible".  Ni lo uno ni lo otro: este tafallés está cumpliendo este desafío nunca antes intentado, y lo está haciendo por una causa benéfica. Es uno de esos deportistas casi anónimos que se merece las portadas en todos los medios.
Ricardo Abad: Desafiando los límites del cuerpo humano
Ricardo Abad: Desafiando los límites del cuerpo humano
A. Amorós | D. Tesouro
Aitor Amorós

El maratón es una de las pruebas estrella de los Juegos Olímpicos. Consiste en recorrer una distancia de 42.195 kilómetros, y su origen se remonta al año 490 a.C., cuando el soldado griego Filípides recorrió los casi cuarenta kilómetros que separan las ciudades de Maratón y Atenas para anunciar una victoria del ejército persa. Al cumplir su misión, murió de agotamiento.

Ricardo Abad, con el fin benéfico de ayudar a la asociación ANFAS(Asociación navarra en favor de las personas con discapacidad intelectual), y también el de introducir su nombre en el Libro Guinness de los Récords, se ha marcado el objetivo de completar un maratón al día durante 500 días. La gran dificultad de esta hazaña, más allá de realizar el recorrido, es el compaginarlo con el resto de su vida cotidiana.

Este navarro trabaja en la fábrica que la empresa Fagor tiene en la localidad de Tafalla, donde como responsable de planta, acude de lunes a viernes a cumplir religiosamente sus ocho horas… según el turno que le corresponda: una semana de mañana, otra de tarde, y otra de noche. Además, está casado y tiene una hija de cinco años, una familia a la que no descuida. Una vida normal, una rutina normal por la que cualquier persona se acostaría cada noche cansado y agotado. Ricardo, además, dedica cada día cuatro horas a correr más de cuarenta kilómetros. Y una más en subir a su blog una crónica de su "aventura" junto con todas las gráficas y el mapa del recorrido. 

Para realizar el video que acompaña a esta noticia, en lainformacion.com le acompañamos una jornada entera, el día que cumplía su maratón 120. Desde que salió de su trabajo, pasando por los preparativos para correr, hasta el regreso a su casa con el objetivo cumplido. Lo más impactante de pasar esas horas a su lado fue la naturalidad con la que Ricardo nos habló de su reto, de lo duro, pero factible, que lo veía. Su único temor, su único miedo, era que "la cabeza" le venciera, pero tras conocerle, no albergamos dudas de que eso no sucedería.

Fue un viernes cuando estuvimos con él, terminó su recorrido cerca de las ocho de la tarde, y cuando finalizó la entrevista el reloj ya marcaba las diez de la noche. Todavía le restaba cenar y pasar un rato con su mujer Ivana y su hija Ainhoa antes de irse a dormir unas pocas horas. ¿Pocas? Sí, pocas porque al día siguiente, sábado, se levantaría a las 7 de la mañana para volver a salir a correr 42 kilómetros. Ni doce horas iban a pasar entre que finalizó un maratón e iniciaría el siguiente. Y lo hizo. Y lo seguirá haciendo, porque como él nos dijo "correr es una droga", y no soportaría "fallar un día". Y eso es porque le mueve algo muy profundo, más que el afán de gloria. Le mueve una buena causa.

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