Akinfeev quiere resarcirse de su error en Mundial de Brasil

El suyo es prácticamente el único rostro reconocido por el gran público en una selección conformada íntegramente por jugadores del campeonato ruso, Igor Akinfeev, de 30 años, encara su cuarta Eurocopa con la responsabilidad de tener que paliar bajo el arco las carencias ofensivas del equipo.

A sus 30 años, vivirá en Francia su cuarta cita internacional europea desde que fuese convocado, aunque sin llegar a jugar, en 2004 para la Eurocopa de Portugal, en la que su selección se despidió a las primeras de cambio sin que

Hombre de un solo club, el CSKA de Moscú, con el que debutó profesionalmente con sólo 16 años, vivió su momento de mayor gloria internacional en la gesta de 2008, cuando lideró a su selección hasta semifinales.

Al igual que entonces, Akinfeev deberá sacar a relucir sus virtudes de visión de juego y sentido de la colocación para hacer valer lo escasos goles que se anticipa anotará el conjunto ruso.

Pero su nombre sigue aún asociado en la mente de muchos aficionados a su error el partido inaugural de Rusia en el Mundial de Brasil-2014.

Corría el minuto 69 del partido ante Corea del Sur, con empate a cero en ese momento, cuando un derechazo desde fuera del área centrado y sin excesiva potencia se le escapó de las manos al portero ruso, terminado el balón en el fondo de las redes.

Finalmente Rusia logró empatar aquel partido (1-1), y sus compañeros acudieron rápidamente a consolarle, pero la posterior eliminación en primera fase hizo recordar ese fallo.

"Ningún portero, ni siquiera yo mismo, será capaz de explicar nunca lo que pasó", recordó Akinfeev al periódico Sport Express el año pasado.

"Sólo hay una explicación, y es que fue un error terrible", añadió.

Nacido en las afueras de la capital rusa, Akinfeev llamó con sólo cuatro años la atención de los técnicos de las categorías inferiores del CSKA.

En 2002 conquistó el campeonato juvenil de Rusia con su equipo, y ya en la siguiente temporada, siendo menor de edad, disputó 13 partidos con el primer equipo, que conquistó su primera liga desde la desintegración de la Unión Soviética.

Con 18 años se convirtió en el portero internacional más joven de la historia de Rusia, pero no se hizo con el puesto de titular en la selección hasta el 2005, tras ganar la Copa de la UEFA con el CSKA.

Su nombre sonó en 2007 para reforzar la portería del Arsenal, pero una grave lesión de rodilla le alejó de la Premier Leage inglesa.

En su madurez futbolística encara la Eurocopa con el peso del fallo que pudo costar la eliminación de Rusia del último Mundial, y a él su presencia en el corazón de los aficionados rusos.

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