Alemania se corona campeona femenina tras derrotar a Suecia

El combinado germano, que se ha convertido en el tercer equipo femenino de fútbol en conquistar al menos en una ocasión en oro en los Juegos Olímpicos y el Mundial, releva así a Estados Unidos en lo más alto del podio. Además, une la presea dorada a los bronces logrados en los Juegos de 2000, 2004 y 2008, mientras que se ausentó en Londres 2012.

En un duelo con contadas ocasiones en la primera parte, fue Alemania la que logró adelantarse recién comenzada la segunda mitad; la pelota le llegó en la frontal del área a Dzsenifer Maroszan, que desde la medialuna armó un derechazo que entró por la escuadra izquierda (min. 48).

En el 62, Maroszan lanzó una falta que se estrelló en el palo, pero la sueca Linda Sembrandt introdujo el balón en su propia portería en el rechazo al tratar de despejar el peligro. El segundo tanto germano obligó a las escandinavas a lanzarse al ataque, dejando espacios atrás que a punto estuvieron de ser aprovechados por su rival.

Cinco minutos después, Stina Blackstenius descontó para Suecia, pero la reacción se quedó ahí. De esta manera, Alemania se colgaba el oro y la entrenadora Silvia Neid se despedía con medalla en su último partido al mando de la selección.

CANADÁ DEJA A BRASIL SIN EL BRONCE

En el duelo por el bronce, un gran partido de la joven de 17 años Deanne Rose sirvió para ayudar a Canadá a vencer a Brasil (2-1) y adjudicarse la presea. Rose, la jugadora más joven del equipo canadiense, anotó el primer gol a los 25 minutos con un remate cruzado tras el pase de la defensa Ashley Lawrence, quien corrió media cancha en un veloz contragolpe antes de darle el balón.

A los 52 minutos, Rose volvió a destacarse cuando sirvió para Christine Sinclair, que anotó el 2-0. El equipo de Brasil, que ganó la medalla de plata en el 2004 y 2008, llegó agotado tras el partido de semifinales ante Suecia, que perdió tres días antes tras una prórroga y una definición en tanda de penaltis en el caluroso Río de Janeiro.

El país anfitrión presionó el resto del juego y Beatriz acortó la distancia a los 79 minutos, pero las canadienses fueron merecedoras de una victoria que incluso pudo haber sido más amplia.