"Había una anomalía en la telemetría y me mandaron parar. Estaba previsto cambiar el motor, este era el de los viernes y mañana usaremos el de carrera. No debería haber problema", indicó ante la prensa después de protagonizar la segunda sesión en Interlagos.
Como el año pasado, Alonso se quedó tirado y, en esta ocasión --hace un año tomó el sol en una tumbona--, no dudó en retransmitir a los mandos de una cámara el paso de Sergio Pérez por su curva. "Me dijeron 'vamos a emitir lo que estés grabando que viene Pérez'. El 'joystick' es muy sensible y menos a Pérez enfoqué a todos los sitios", explicó sonriente.
"Con el calor que teníamos todos sufrimos de agarre. Estoy motivado para estos próximos días y se espera un poco de menos calor. Hemos sido un poco más competitivos que en los últimos Gran Premios y espero que eso sea una buena noticia para mañana", afirmó.
Antes las condiciones de calor, el asturiano explicó que las pruebas para el próximo año no fueron del todo fructíferas. "Ha sido un día difícil para probar. Los neumáticos con 50 grados como hizo hoy tienen mucha degradación. Cuando paras de repente vas dos segundos más lento y es difícil analizar los cambios que llevas en el coche", indicó.
Para finalizar, Alonso hizo el tradicional llamamiento a la lluvia. "A día de hoy los 10 primeros están copados siempre, la fiabilidad a estas alturas de Campeonato es del 100 por 100 y cuando llueve todo puede cambiar. Así esperemos que llueva y podamos hacerlo mejor", finalizó.
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