El Camp Nou vivió una lección de fútbol de ataque y de defensa

  • El Barcelona se enfrentó a la mejor defensa de Europa y demostró tener recursos: paredes, pases a la banda, búsqueda de huecos y verticalidad.

    El Atlético dio toda una lección de posicionamiento defensivo con diez jugadores en un trabajo de ayudas y de fortaleza física al alcance de pocos equipos.

El Camp Nou vivió una lección de fútbol de ataque y de defensa
El Camp Nou vivió una lección de fútbol de ataque y de defensa
M.T.

Sí, el árbitro acaparará las tertulias por su mal arbitraje. Para ser experto en leyes impartió mal justicia. Lo hizo mal porque desequilibró un partido más que arbitrarlo. Y debió medir por el mismos rasero las entradas de ambos partidos. Torres ha roto a llorar en el vestuario y ha pedido perdón a sus compañeros. Y ha escrito un tuit en el que ha señalado que se ha sentido responsable de la derrota. Me siento responsable de la derrota, pero ahora más que nunca todos al Calderón a remontar #ForzaAtleti pic.twitter.com/3inDMDYCEt— Fernando Torres (@Torres) 5 de abril de 2016

Pero más allá de las dos amarillas de Torres (es raro que un delantero sea expulsado en el 35), el Camp Nou fue un espectáculo de dos formas distintas de jugar al fútbol. Una, la del Atlético, el equipo menos goleado de la Liga con 15 goles en 31 partidos, solo superado en Europa por el Bayern de Múnich (13 en 28). Y demostró por qué. El sistema de ayudas ideado por Simeone fue capaz de encerrar durante la primera parte, cuando Suárez casi no tocó bola (lo pagó lanzando patadas). Messi tampoco encontraba su sitio, y el Barca no tenía superioridad. Y eso que Simeone esta vez salió a ganar, apostando por Torres, Griezmann y Carrasco.

Godín lideraba como siempre y a su lado Lucas con 20 años dejó claro que el futuro es suyo. Filipe frenó a un Messi que lleva dos partidos vitales seguidos muy lejos de su nivel. La capacidad física del Atlético y su capacidad para situarse en el campo, con 10 y con 9 (lo ha demostrado en la Liga ante el Barca) es encomiable. Presión, líneas juntas, tanto arriba como abajo, porque sabe replegarse, cerrarse y presionar arriba. Es un equipo casi imposible de batir. Y tras marcar el primero Torres, héroe y villano, el Barca debía remontar. Difícil. 

Los primeros 20 minutos del Barca fueron eléctricos, espectaculares, vibrantes. El larguero y la defensa evitaron el empate, pero nadie puede con Suárez. Marcó, casi por obligación en pleno acoso, porque el Barca atacaba por las bandas, con paredes, al toque. Hasta que llegó el segundo. Debió ser expulsado antes, eso sí. El Barca logró la remontada y el Atletico mantuvo el orgullo y la esperanza. Los dos, por lo visto, tienen sus bazas para pasar.

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