El partido transcurría en el medio campo. El Peterborough United tocaba y tocaba cuando el balón le llega a Michael Bostwick. El jugador quiere cambiar el juego y abre a la banda. El pase es perfecto... para su asombro el receptor no recoge el balón.
El color amarillo fosforito ha confundido al mediocampista. No es un jugador de su equipo sino que se trata de un guardia de seguridad. Lógicamente el balón sale fuera. El guardia, que va hablando por el móvil, ni se da cuenta de que le han pasado el balón. Bostwick hace un gesto de desesperación para intentar explicar su fallo.
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