"Ba-lon-ces-to": Diez años de la victoria de la España de Pepu en el Mundial de Japón

Cómo pasa el tiempo. Diez años han transcurrido ya. El 3 de septiembre de 2006 España lograba su mayor hazaña colectiva en el deporte hasta esa fecha (después vendría el Mundial de fútbol).  La selección española de Baloncesto se proclamaba campeona del Mundo en Japón. Un hito histórico. Vencía a Grecia por 47-70 en un partido sin mucha historia que se ganó ya en el primer cuarto y sin la estrella, Pau Gasol que fue máximo anotador y MVP del torneo. 

Estos doce hombres colocaron a España en lo más alto: José Manuel Calderón, Juan Carlos Navarro, Carlos Jiménez, Pau Gasol, Jorge Garbajosa, Sergio Rodríguez, Berni Rodríguez, Rudy Fernández, Carlos Cabeza, Alex Mumbrú, Felipe Reyes y Marc Gasol. La mitad de ellos han estado presentes diez años después en la gesta del bronce en los Juegos de Río. 

España ganó sus nueve partidos. La selección dirigida por Pepu Hernández tuvo una primera fase inmaculada en la que ya demostró que podía llegar lejos. Dos encuentros complicados contra Alemania y Angola y tres fáciles contra Nueva Zelanda, Japón y Panamá. Contra Alemania España ganó 71-92 dando un puñetazo sobre la mesa. 

Por entonces nos empezábamos a ilusionar con los comentarios del gran Andrés Montes y el juego bonito que practicaba la selección que lideraban Pau Gasol, Juan Carlos Navarro y Jorge Garbajosa pero en la que empezaban a destacar nombres jóvenes como Marc, Rudy y el 'Chacho que ya empezaban a deslumbrar con sus Alley oop saliendo desde el banquillo. 

En octavos tocó Serbia a la que se ganó por 87-75. En cuartos pasamos por encima de Lituania (+22) por 67-89. Y en semifinales esperaba la generación de oro de Argentina. Fue la verdadera final del campeonato. Los argentinos salieron muy enchufados y dominaron prácticamente casi toda la primera parte. Un parcial de 13-2 nada más empezar ponía en alerta a los de Pepu. Pau no era suficiente frente a los Ginóbili, Hermman y Nocioni. Los argentinos nos acribillaban a triples y España necesitaba reaccionar.

'El Chacho y Rudy colocaron las cosas en su sitio a finales del segundo cuarto. Imprimieron una velocidad al partido que nos puso dos arriba al descanso (40-38). Tocaba sufrir y así fue. Al final del tercer cuarto nos fuimos cuatro arriba (60-56). Argentina no había dicho la última palabra.  España empezó fuerte el último cuarto. A falta de siete minutos para el final España jugaba mejor y dominaba por nueve (65-56). Pero la selección albiceleste no se rindió. A base de triples se metió en el partido, según se iba acercando el final estaba cada vez más cerca. A falta de dos minutos España estaba dos puntos por delante (69-67).

Los triples de Pepe Sánchez eran una puñalada a la defensa de España. No se daban por vencidos. A falta de 22 segundos Oberto empataba el partido con sus dos tiros libres (74-74). La posesión era para España. Para entonces ya no podía jugar Pau Gasol lesionado. Argentina hace una falta rápida a Calderón. Mr Catering mete tan solo un tiro. El segundo.  Argentina había conseguido su objetivo: tenía la última posesión para ganar y le valía una canasta de dos. Ginóbili condujo el balón contra el muro defensivo español.

Abrió el balón a Nocioni que se jugó el triple cuando aún quedaban seis segundos. Ese bendito balón no quiso entrar y el rebote lo pelearon hasta cuatro jugadores españoles en la captura más importante de nuestro baloncesto. El partido se acabó, España estaba en la final. Nos esperaba Grecia y no Estados Unidos. Sofoklis Schortsanitis, el grandullón de color griego, se había cargado a los americanos (101-95).  Iba a ser difícil de parar y más sin Pau Gasol. 

Sin embargo España se creció ante la ausencia del  su líder. El quinteto inicial desarboló a los griegos desde el principio: Calderón, Navarro, Jiménez, Garbajosa y Felipe Reyes.  Al final del primer cuarto (18-12).

Los 'chicos de oro' del basket hicieron piña y saltaron a la cancha con una camiseta en la que se leía "Pau también juega". Se vinieron arriba y dedicaron al mayor de los Gasol la mejor victoria posible.

La diferencia se hizo ya inalcanzable al descanso. A España le salía todo. El banquillo funcionaba a la perfección. Bernie Rodríguez cerraba con un triple los primeros veinte minutos (23-43). El partido ya estaba sentenciado. Pau Gasol levantaba el puño desde la grada. No estaba el hermano mayor pero sí el pequeño que hizo una defensa espectacular a la gran amenaza griega Schortsanitis. En el tercer cuarto ambos equipos anotaron tan solo 11 puntos. Se cerró como el segundo cuarto, con un triple, en esta ocasión fue Garbajosa. (54-34). 

Fue una final para la eternidad. Una final para disfrutar. Jugaron todos y todos lo hicieron bien. El partido acabó con un 47-70. Una diferencia de más 23. Algo impresionante. 

Nadie podrá olvidar a todo el equipo abrazando a Pau que no había podido jugar. A un hombre, un entrenador, que no dijo a sus jugadores que había perdido a su padres unas horas antes. Todos nos preguntamos el porqué de la cara de Pepu Hernández en el podio mientras sonaba el himno. Y aquel magnífico recibimiento en Madrid a los campeones. Nunca antes había salido tanta gente para festejar algo que no fuera fútbol. Fue una lección que Pepu resumió en cuatro sílabas: Ba-lon-ces-to. 

Cuanta razón tuvo Pepu. Después no pararían de llegar éxitos. Nueve medallas entre Juegos, Mundiales y Europeos.