Instantes después de que Roberto Torres marcase de penalti el gol que puso en ventaja a Osasuna ante la Unión Deportiva Las Palmas, el entrenador de los locales tuvo que irse al vestuario tras sufrir un dolor en el pecho.
Enrique Martín fue atendido por los servicios médicos del club, y el mensaje enviado por estos fue siempre tranquilizador.
El técnico se recluyó en el vestuario y no volvió al banquillo durante el partido. Los médicos le diagnosticaron una "urgencia hipertensiva". Enrique Martín salió por su propio pie del estadio camino de una clínica para realizarse pruebas.
Mientras tanto, en las gradas de El Sadar, la afición coreó el nombre de su entrenador para mostrarle su apoyo.
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