Latinoamericanas reclaman más competencia para sumarse a la fiesta del voleibol brasileño

Sin competencia no hay paraíso. Así quedó demostrado en el voleibol femenino de Rio-2016 con la rápida salida de Argentina y Puerto Rico, dos selecciones que piden a gritos más competencia con rivales de calidad para acercarse al juego imponente de Brasil.

Con un triunfo ante Camerún, las argentinas se fueron de Rio con el orgullo de haber dejado todo -complicando a varios de sus rivales- pero conscientes de que su juego está a años luz de sus vecinas del Sur, las campeonas brasileñas.

Lo de Puerto Rico fue aún más pobre, ya que se retiró de los Juegos sin sumar puntos.

Es necesario "fortalecer una liga interna, hacerla más profesional, más exigente, que permita que nuestras jugadoras estén más cerca del nivel internacional", comentó el entrenador argentino, Guillermo Orduna, el domingo tras la eliminación de su equipo a manos de Japón.

Y es que si en Brasil el voleibol es el segundo deporte en popularidad, detrás del rey fútbol, en Argentina tiene un estatus mucho menor.

Una realidad que queda expuesta en la competencia interna de cada país, en donde las diferencias en concurrencia, equipos y presupuestos son gigantes a favor del voleibol brasileño.

"En el caso de Argentina, la competencia interna más exigente seria un salto de calidad", acotó Orduna.

Puerto Rico no escapa a esa realidad y su entrenador Juan Núñez se sumó a Orduna en señalar la importancia de competir en grande para llegar a las instancias internacionales con buen ritmo.

Natalia Ocasio, una de las boricuas más destacadas en Rio, admitió que sabían que iban a "jugar con lo mejor del mundo. Así que para nosotras pese a no haber ganado ha sido un buen viaje".

Sin embargo, admitió que se lleva la decepción de no ganar un set.

Para el entrenador argentino, es vital que equipos en desarrollo como el suyo tengan roce habitual con las potencias.

"La selección tiene competencia oficial, pero debería tener acceso a jugar en más oportunidades con equipos como Corea, Japón", y demás integrantes de la élite del deporte.

Las dificultades marcadas por el timonel se repiten a lo largo del continente, que en la pasado disfrutó de los triunfos olímpicos de las cubanas y ahora palpita una tercera corona para Brasil.

En tanto, en el voleibol masculino se repite el dominio histórico de Brasil, pero con Argentina dispuesta a volver a su época de gloria que le dio una medalla de bronce en los Juegos de Seúl-1988.

La esperanza de entrenadoras y jugadores latinos es que la pasión de la 'torcida' en estos Juegos y el exuberante juego de Brasil, en mujeres especialmente, inspire y aumente la afición del voleibol en sus países, claves para profesionalizar la competencia.

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