En la carrera futbolística de Nolito hubo un antes y un después tras conocer a Luis Enrique. En 2008 se incorporó a la disciplina del Barcelona B procedente del Écija, con un ritmo de vida que le impediría triunfar al máximo nivel. El técnico asturiano se lo hizo saber y ahí comenzó la transformación del actual internacional con España.
"Luis Enrique apareció en un momento de mi carrera en el que daba o un paso hacia adelante o hacia atrás. Apostó muy fuerte por mí. Era un poco pesado, pero para mi bien. Estaba encima de mí cada día, fue fundamental para mi carrera.
Me hizo ver que era fundamental que perdiera peso, 10 kilos, si quería jugar en Primera División. Mi manera de pensar antes de conocerle era distinta, yo creía que estaba bien como estaba. Fue duro pero el cambio fue brutal", afirma Nolito en dos entrevistas en el 'Daily Mail' y 'The Guardian'.
El exfutbolista del Celta, que despuntó precisamente en el equipo vigués marcando 39 goles en tres temporadas, tenía malos hábitos alimenticios, como confiesa.
"Las galletas, el pan, la coca-cola, está todo muy bueno pero era porquería para mi profesión. Me gustaba entrenar, luego comer... entrenar, comer, entrenar, comer. Era un pez que se muerde la cola. Entonces te das cuenta: un jugador de élite tiene que estar fino", señala.
Nolito hizo caso a Luis Enrique y los resultados están a la vista. A sus 30 años vive su madurez futbolística en el Manchester City de Pep Guardiola, tras consumarse su traspaso a Inglaterra a cambio de 18 millones de euros.
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