Noche gélida en el Santiago Bernabéu y un duelo con las espadas en todo lo alto. El Madrid de Zidane obligado a reaccionar tras su derrota ante el Sevilla, y el Celta envuelto en el lío de Orellana. Los celestes superaron mejor sus fantasmas y tras un gran trabajo defensivo aprovecharon las contras para conseguir una victoria que pone al Madrid en jaque. Ramos tendrá pesadillas con Aspas esta noche.
El Madrid supera la trampa celeste
Primer partido del Real Madrid tras ver cómo el Sevilla ponía fin a su racha de 40 partidos consecutivos invicto. Cuando se cortaron las rachas triunfales del Barça de Luis Enrique y del Madrid de Ancelotti enlazaron varios partidos sin ganar, así que los de Zidane estaban sobre aviso.
Enfrente un Celta que no se iba a guardar nada fiel a su estilo. Con Radoja y Chelo Díaz asentados en el doble pivote, Berizzo sacó la alineación de gala con el único cambio de Sergio en la portería.
En el partido de Liga había ganado el Madrid 2-1 pero con un Celta que gozó de bastantes ocasiones y dominó la pelota. Esto último lo volvió a repetir en los primeros 20 minutos de la gélida noche de miércoles en el Bernabéu.
Con el marcaje hombre a hombre planificado por le técnico argentino, al Madrid le costaba mucho sacar la pelota. Eso sí, tuvo una ocasión clarísima gracias a un autopase de Marcelo en la izquierdaa que desbarató Sergio. El brasileño es casi siempre imparable.
Recuperando balones en campo blanco los celestes crearon peligro por la banda de Bongonda. En una de esas acciones el cuero llegó a Iago Aspas en la izquierda y cuando todo estaba predestinado a acabar en gol con Wass solo en el segundo palo, el delantero celtiña erró con un centro muy potente, indigno de su calidad.
La valentía visitante continuó pero Casemiro y, sobre todo, las diagonales de Lucas Vázquez desde la derecha hacia dentro espolearon a los blancos.
El gallego probó a Sergio desde la frontal y el guardameta respondió con una atajada segura. Cristiano estaba desaparecido. Reclamó un penalti que no era, pero en su rol de 9 era difícil que no le cayera una ocasión clara.
Por supuesto la tuvo y superó a Sergio Álvarez, una de sus víctimas favoritas, pero Jonny apareció por delante de la línea para salvar la papeleta celeste.
Los de Berizzo se amarraban a las contras con un Aspas que no paraba de oxigenar el juego. Un tiro de Chelo Díaz desde la medialuna y otro de falta de Wass desbaratados por Casilla, cerraron el bagaje ofensivo de los gallegos en la primera mitad.
Casemiro arrancó los 'uys' del Bernabéu con un disparo con rosca que casi se va a gol, pero nadie fue capaz de abrir el marcador en los primeros 45 minutos. Todo abierto para el segundo acto.
El Celta congela la Copa del Madrid
Al buen momento del Real Madrid le salió un pero. Asensio, tras un choque con Roncaglia, tuvo que ser sustituido por Morata. Los blancos salieron del túnel de vestuarios decididos a finiquitar no solo el partido, sino la eliminatoria, y gozaron de varias oportunidades para hacerlo.
Cristiano Ronaldo rozó la pelota con la cabeza cuando estaba solo en un córner. Parecía que no era su día así que el recién entrado tomó su testigo. Morata apretó a Roncaglia y Cabral y en un recorte hacia fuera mandó el cuero arriba con Sergio ya vendido.
El Celta estaba sufriendo como nunca en el partido pero ya se sabe que en el fútbol, el que perdona lo paga.
La primera contra celeste fue letal. Tucu Hernández filtró el balón entre dos rivales, Bongonda corrió la banda y puso el centro. Allí, en el corazón del área, apareció Iago Aspas para recoger el rechace y superar a Casilla por el medio.
El rincón celeste en el estadio estalló de alegría. El problema es que no duró mucho. Apenas cinco minutos más tarde, aprovechando el error del Celta de encerrarse atrás, Marcelo cazó un balón en el borde del área y fusiló a Sergio de volea.
Parecía todo encaminado para el toque de corneta en Chamartín, pero si el Madrid consiguió el empate rápidamente, el Celta volvió a asestar un golpe nada más sacar de centro.
Aspas, por el medio una pesadilla, fue el que filtró esta vez un pase entre los centrales para Jonny. Sí, Jonny, el lateral derecho del Celta que se apareció en la zona del '9' como una exhalación.
Su definición fue como si hubiese jugado de delantero centro durante toda su vida. Imparable para Casilla. Saltaba la sorpresa.
Había prisa para Zidane. Entró Benzema por Danilo y el Madrid de los tres '9' inició un asedio imparable. Sergio atrapó un disparo de Casemiro, otro de Ronaldo y se encomendó al cielo para que no entrasen dos goles contados.
Primero un cabezazo de Casemiro que rozó el poste, y la más clara, una pelota que le quedó franca a Benzema en el borde del área pequeña, con Sergio vendido, y que el galo mandó a las nubes. Nadie se lo podía creer en el Bernabéu.
Quedaban los minutos finales, esos en los que Ramos es rey y señor, pero hoy no era el día. No hubo golpe de suerte al final. Segunda derrita consecutiva del Madrid de Zidane tras su racha de 40 partidos invicto. El Celta pone la Copa patas arriba.
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