El día tenía que llegar y fue el pasado 28 de enero cuando Ron Hill puso punto y final a una racha de 52 años y 39 días consecutivos saliendo a correr. 19.032 días, uno tras otro, sin falta. Bajo la fuerte lluvia, el intenso calor o el frío invierno, este atleta inglés se calzó las zapatillas de deporte para correr al menos una milla (1.6000 metros) diaria por los parques ingleses. Todo una leyenda del atletismo británico que no dejó de correr ni cuando estuvo en muletas en el hospital.
Entre los 60 y lo 70, estableció récords mundiales en diferentes distancias (10 millas, 15 millas, 25 km) y se convirtió en el segundo deportista que bajó de 2 horas y 10 minutos en un maratón. Ron Hill participó en tres JJOO (Tokio 1964, Ciudad de México 1968 y Múnich 1972) y entre sus logros más destacados están las vitorias en el Campeonato Europeo en 1969, en el maratón de Boston 1970 (primer corredor británico en lograrlo) y el título de los Juegos de la Commonwealth. Fue un atleta tan reputado que llegó a tener una marca con su propio nombre, pero la vendió en los años 90.
Corrió sin parar desde 1964 hasta 2017
Fue con 24 años (el 21 de diciembre de 1964) cuando Ron Hill inició su ventura sin descanso. Una batalla física y psicológica que ningún ser humano hubiera superado. En estos más de 52 años hubo momentos difíciles, pero uno por encima de todos. En 1993 tuvo un accidente de coche al adelantar a un camión y sufrió graves lesiones en el esternón que le llevaron al hospital.
"Afortunadamente, antes del accidente ya había salido a correr, ya había cumplido ese día. Al día siguiente aproveché que mi madre y mi mujer salieron del hospital a comprar para bajar con muletas, correr una milla apoyado en ellas y volver. Podía haber sido el final, suerte que no me rompí las piernas", recordó en una entrevista a 'The Independent' en 2012 y que recoge el mundo. Su hazaña no pasaba desapercibida para sus amigos y vecinos, que le acompañaron en un homenaje para celebrar 50 años corriendo sin descanso.
Fue el pasado 28 de enero cuando su cuerpo dijo basta. Salió a completar la milla diaria, pero su corazón no acompañó a su cabeza. Entonces, tuvo que decidir entre vivir o correr y eligió lo primero: "Con gran tristeza debo informar que acaba mi racha. He estado sufriendo problemas cardíacos, correr no ayudaba y el pasado día 28 decidí parar de forma definitiva. Salí a correr y antes de completar 400 metros, el corazón me comenzó a doler; los 800 metros ese dolor se intensificó y entendí que, si completaba la milla, podía morir. Tengo esposa, familia y amigos que cuidar", escribió Hill en una carta de despedida publicada en 'Streak Runners International'.
Se trata de una asociación británica que se encarga de registrar los récords más extravagantes de los atletas, marcas que muchas veces no pueden ser comprobadas al no ser deportistas profesionales. Pero Ron Hill no es el único 'loco' de correr a diario sin descanso. Jon Suderland lleva corriendo 17.417 días consecutivos y está a unos cuatro años y medio de batir el récord.
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