A pesar de su maldición, el Benfica dedica una estatua a Béla Guttmann

  • A pesar de que le maldijo una larga de sequía en títulos europeos, el Benfica ha dedicado a su exentrenador húngaro Béla Guttmann una estatua en el estadio Da Luz el día que el club cumple 110 años de existencia.

Lisboa, 28 feb.- A pesar de que le maldijo una larga de sequía en títulos europeos, el Benfica ha dedicado a su exentrenador húngaro Béla Guttmann una estatua en el estadio Da Luz el día que el club cumple 110 años de existencia.

Una efigie en bronce fundido alusiva a una fotografía en la que está Guttmann retratado con las dos únicas Copas de Europa (1961 y 1962) del Benfica adorna desde hoy la puerta 18 del coliseo encarnado.

Desde que pronunciase la lapidaria "el Benfica no volverá a ser campeón europeo sin mí" despechado por abandonar el banquillo de los encarnados, el club perdió siete finales europeas, cinco de Liga de Campeones y dos de UEFA, la última el pasado año ante el Chelsea.

Ante autoridades del Gobierno portugués y húngaro, uno de los vicepresidente del Benfica, Rui Gomes da Silva, comentó que la inauguración de la estatua no tiene como meta "exortizar" a nadie -en alusión a la maldición de Guttmann- y sí se trata de un "homenaje debido hace al menos 30 años".

Guttmann, un trotamundos del mundo del fútbol de origen judío, está considerado el padre fundador del gran Benfica de los 60 y 70, el liderado por el genial Eusébio da Silva Ferreira, y en su larga carrera entrenó al Oporto, Milan, Peñarol y Sao Paulo, entre otros.

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