Ancelotti se mete en el bolsillo a los jugadores en solo un año

Alessandro Del Piero, uno de los futbolistas italianos con más calidad y talento, visitó al Real Madrid en Los Ángeles y dejó una frase contundente:"Ancelotti es el mejor entrenador de todos los tiempos". No es un elogio fácil. Viniendo de un jugador con tanto carisma y admirado por muchos futbolistas resulta un halago merecido. Podía haber nombrado a Sacchi, Capello, Lippi… Pero no.Ancelotti tiene ahora mismo un prestigio en el fútbol que le convierte en un número uno. Del Piero tuvo de entrenador a 'Carletto' en la Juventus y sabe de lo que habla.Sus palabras vienen a confirmar lo que también dicen y piensan los jugadores del Real Madrid. Sienten pasión por Ancelotti.

El Real Madrid tiene entrenador para muchos años. Ancelotti (55 años) está disfrutando y creciendo como entrenador en una plantilla plagada de estrellas que ha hecho campeona de Europa en su primera temporada y que, como dice en privado a los jugadores, también le hacen mejor a él.Esa humildad con la que les habla, su cercanía y papel secundario ha calado muy hondo en el vestuario del Real Madrid. Todos quieren a Ancelotti. Hasta los que menos juegan.Se le ve como uno de esos sabios que hablan desde la experiencia, con conocimiento de lo que es jugar competiciones y partidos de máxima presión.Comprendeel fallo, un mal partido, cuando un futbolista juega con molestias o no tiene un día inspirado.Su discurso es sencillo, claro y futbolero. Se hace entender fácilmente yha creado una empatía en el grupo que ayuda a fomentar el compromiso en los momentos más difíciles.

Ancelotti es uno de los mejores fichajes que ha realizado Florentino Pérez y el entrenador que quieren todos los jugadores. La temporada pasada le vieron, en distintas fases, preocupado.De él se decía que no era capaz de ganar a los equipos grandes, que era un alineador y un blando. Se le reprochó la falta de mano duraen ciertos momentos. El tiempo le ha situado como lo que es. Uno de los mejores sino el mejor, como dice Del Piero.Acabó ganando al Barcelona la final de la Copa del Rey y al Atlético la final de la Champions.Perohay un partido que es inolvidablepara el presidente y los jugadores.El que ganaron en el Allianz Arena (0-4) al Bayern de Múnich de Pep Guardiola. Ese día Ancelotti se consagró.Preparó, desde el punto de vista estratégico y mental, una eliminatoria perfecta y desactivó al campeón de Europa. Plasmó en el campo cuál es su filosofía como entrenador y persona. Con un equipo compacto, equilibrado, en el que se tenían que sacrificar las estrellas y jugar con la máxima humildad se convirtió en un santo para el madridismo.Derrumbó a sus críticos.

Hoy tiene el listón muy alto. Todo lo que no sea ganar o llegar, por lo menos, a las semifinales de la Champions y conquistar la Liga, que es la espina que se le quedó clavada, se considerará como un retroceso. Por eso, Ancelotti, es de los que prefiere sumar antes que quejarse.Transmite ilusión, vitalidad y energía positiva a los que tiene a su lado.Con los jugadores que disponga, que serán muy buenos, sacará el máximo rendimiento y les hará creer que son los mejores.Si no están Di María y Khedira, lo lamentará, pero no se quejará. Es un técnico de club y entiende que también pueden salir las estrellas. Es de los que piensa que no se consigue nada lamentándose y sí reforzando la autoestima y la calidad de los que trabajan a su lado. En esta pretemporada en Estados Unidos, por ejemplo,una de sus obsesiones es hacer crecer a Illarramendi, Isco y Nacho y que se sientan igual de protagonistas que las otras estrellas. Se ha ganado a todos.