Así, así gana el Madrid: Ronaldo y Morata remontan en seis minutos un partido perdido

  • El equipo blanco se vio sometido durante 70 minutos ante un Sporting que se adelantó con gol de Bruno Cesar en el 46', pero Ronaldo y Morata remontaron in extremis (2-1).

    La mala imagen dada por el club blanco se vio paliada por un golazo de falta del portugués en el 88', y un cabezazo del español en el último suspiro. Clásica épica blanca.     

Los jugadores del Real Madrid celebran el gol de la victoria.
Los jugadores del Real Madrid celebran el gol de la victoria.
AFP.
Diego Mariño

El campeón comenzaba la defensa de su título ante un rival, en principio asequible, pero que puso el Bernabéu patas arriba adelantándose 0-1 en el marcador. No fue hasta el minuto 70, cuando el Real Madrid tiró de orgullo y de épica para intentar la remontada ante el Sporting, y como casi siempre que se lo proponen, los blancos le dieron la vuelta al marcador. Ronaldo, con un golazo de falta en el 88', y Morata con un cabezazo en el último suspiro, desataron la locura en el feudo blanco. El "así, así gana el Madrid" volvió a resonar en la Champions. El Sporting, como en su casa

El primer partido en el que el Real Madrid tenía que demostrar que estaba en condiciones de revalidar su título no empezó como una pesadilla, pero sí como un mal sueño, de esos que te despiertan en plena noche y no te dejan descansar.

En un sueño, o muy cansados, es precisamente cómo se presentaron los jugadores blancos en su feudo. El Sporting dominó la pelota desde el pitido inicial.

William Carvalho era una apisonadora en la medular, robando y creando. Adrien Silva se encargaba del tiro desde la frontal o de la apertura a banda. Bruno Martins era la pesadilla por la derecha que descolocaba continuamente a Marcelo y a Casemiro, y Dost tenía como tarea oxigenar el juego por arriba. 

Así, muy difícil que Modric entre en juego, y sin Modric hay muy poco Madrid. La 'BBC' estaba perdida. Solo un voluntarioso Bale ofrecía desmarques a los centrocampistas. Ronaldo lo intentó desde muy lejos en lo que supuso el único disparo entre palos del Madrid en la primera mitad. 

Un pobre bagaje en un estadio que solo tenía un sonido, el de los 4.000 aficionados lusos que coparon las gradas de un Bernabéu que allá por el minuto 25 comenzó a pitar a sus futbolistas.

No era para menos. El juego estaba siendo desastroso, y las aproximaciones del Sporting iban paulatinamente aumentándose. 

Primero Kiko Casilla repelió como pudo un disparo cruzado de Bruno Martins, sin duda alguna el hombre del primer tiempo. 

Más tarde William Carvalho ejerció su poderío en la frontal para rematar de volea con 7 jugadores del Madrid en el área. El bosque de piernas evitó el gol, uno que estuvo a punto de llegar en la siguiente acción con un pase de la muerte de Martins que se paseó por el área pequeña madridista sin encontrar rematador.

El actual campeón de Europa no daba con la tecla. Adrien Silva dispuso de otra ocasión tras robar el cuero a Benzema en su propio campo, pero Casilla volvió a sostener a los de Zidane. El francés, pensativo en la banda, enfiló el túnel de vestuarios con la cabeza gacha. Había mucha tela que cortar para darle la vuelta a la situación.La épica nunca falla

Dio igual lo que Zidane dijese a sus futbolistas en el vestuario. 60 segundos después de volver al terreno de juego, el marcador reflejaba un Real Madrid 0-1 Sporting

Con la pelota en los pies, todo es posible. Fue Bryan Ruiz quien intentó filtrar el balón para Bruno Cesar en el área blanca. Entre Ramos y Modric rechazaron en primera instancia, pero la pasividad de los madridistas permitió al costarricense dar el pase en el segundo intento y Bruno se revolvió para disparar con rosca al palo largo de Casilla. Imparable.

Un tanto que debería haber herido el orgullo del Real Madrid, pero ni por esas. El autor del gol, Bruno Cesar, se dio el lujo de volver a poner en aprietos a Casilla y mientras tanto Cristiano Ronaldo reclamaba un penalti inexistente.

Se necesitaban soluciones desde el banquillo y Zidane optó por dar entrada a Lucas Vázquez y a Morata en lugar de Gareth Bale y Benzema.

Con esos cambios, y con la sorprendente sustitución del hiperactivo Martins en el bando portugués, el Madrid comenzó a trenzar jugadas, en el minuto 70. 

Por empuje, y con un bajón del Sporting, el Madrid tuvo ocasiones para empatar. Ronaldo estrelló la pelota en el poste cuando tenía todo para marcar. Carvajal llegó en segunda línea y su remate se fue al lateral de la red. 

No era el día, pero nunca puedes dar por muerto al Madrid cuando Cristiano Ronaldo está en el campo. Todo estaba listo para el descalabro, pero el número 7 forzó una falta en la frontal y la lanzó con el interior, anotando un golazo in extremis que no celebró. No en vano había marcado ante el equipo de sus primeros pasos como profesional. 

Ronaldo había evitado la debacle, pero el éxtasis blanco estaba por llegar. Morata, en el último suspiro, puso de manifiesto que la épica solo pertenece al Real Madrid. Un cabezazo imparable para Rui Patricio que certificó el 2-1 final. Otro gol sobre la bocina, como el de Ramos en la Supercopa de Europa y como el de Kroos ante el Celta. Así gana el Madrid

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