Así pitó el Bernabéu al Real Madrid tras la derrota ante el Schalke

    • Hubo pitos y pañolada al conjunto blanco tras un esperpéntico partido donde el Schalke pudo eliminar al campeón de Europa.
    • Modric volvió tras cuatro meses de baja, jugó media hora y dejó detalles de calidad.
Mal partido del Real Madrid en el Bernabéu.
Mal partido del Real Madrid en el Bernabéu.
AFP

El Santiago Bernabéu dictó sentencia tras la bochornosa imagen de un Real Madrid que sigue a la deriva. Tras los tropiezos ante Atlético de Madrid, Villarreal y Athletic se preveía redención blanca pero ante el Schalke se confirmaron los peores augurios: el Madrid es un equipo deprimido sin las ideas claras y que necesita una profunda restructuración táctica. Los galones que dejó la Décima ya no le sirven a una afición hastiada tras un tortuoso 2015.

Ancelotti se llevó unos pitos antes del principio que acabaron volviéndose a un equipo que ha perdido el alma. La defensa se eximía de culpa tras los recientes varapalos pero ayer fue el foco de infección de un grupo enfermo que necesitará una buena dosis de ánimo y fútbol para ganarse un trozo de Liga BBVA en el Camp Nou.

Tras el pitido final, Casillas aunó a sus compañeros en el centro del campo para dar las gracias a un público que abucheó al equipo con pañuelos en la mano y al grito de: "Fuera, fuera". Las riñas fueron tímidas en los últimos partidos pero ayer el Santiago Bernabéu no perdonó a un Real Madrid que llegaba al partido de vuelta con una renta de 0-2 y que estuvo a punto de inmolarse tras 90 minutos fatídicos.

Casillas, que fue silbado con crueldad tras el tercer gol de Sané (Bale también fue abucheado durante el partido), sacó dos manos claves para que la sangre no llegara al río. Casi no importaba, el Bernabéu tenía decidido que tenía que castigar a un equipo que está a años luz del nivel que presentó en aquellos 22 partidos mágicos que han restado ímpetu a un grupo que se consagró en un 2014 mágico.

La vuelta de Modric, la única esperanza

La vuelta de Luka Modric fue la única alegría en un día negro para el madridismo. Tras estar 114 días de baja por una rotura muscular sufrida con Croacia, el balcánico apareció en el Bernabéu y se llevó la ovación de la noche cuando fue sustituido por Khedira a media hora del final.

El centrocampista aportó algo de movilidad y dinamismo en un equipo sin aire en el centro del campo. Tuvo tres intervenciones buenas donde aportó una salida de balón limpia dejando destellos de lo que pueden ser los próximos meses para el conjunto blanco gracias a la figura de un jugador esencial en el equipo de Ancelotti. "Agradezco a todos el cariño que me han dado desde el día que me lesioné. Un jugador no lo arregla todo. Hay que jugar bien como equipo. No quiero buscar razones ahora al por qué del partido que hemos hecho. Es pronto. Estamos en cuartos. A veces hay que sufrir", aclaró el jugador a la conclusión del partido.

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