Barroso cree mejor no apoyar 'diablos rojos' en país católico como Brasil

Bruselas, 24 feb.- El presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, dijo hoy que preferiría ver una final de habla portuguesa en el Mundial de fútbol de Brasil 2014 y bromeó con que no va a apoyar la victoria de la selección belga, los 'diablos rojos', en un país católico.

"No creo que podamos coordinar una posición de la Unión Europea (UE). Yo no estoy de acuerdo necesariamente con el presidente (del Consejo Europeo), Herman Van Rompuy, sobre el resultado del Mundial", comenzó diciendo Barroso en la rueda de prensa tras la cumbre bilateral UE-Brasil, celebrada hoy en Bruselas.

"Yo preferiría ver una final en lengua portuguesa, pero el presidente Van Rompuy -de nacionalidad belga- preferiría a los diablos rojos", reconoció abiertamente Barroso, que es portugués.

"En un país católico como Brasil quizá no deberíamos promocionar a los diablos", bromeó.

"Me gustaría desearles lo mejor para el Mundial. Estoy seguro de que será un gran éxito", concluyó el presidente del Ejecutivo comunitario.

Herman Van Rompuy, que había hecho la primera broma de la jornada sobre el Mundial, dijo estar convencido de que Brasil y alguno de los equipos europeos, "quizá Bélgica", tendrán muchas posibilidades de verse las caras en la final.

"El Mundial será una oportunidad fantástica para poner al moderno Brasil en el centro de atención y mostrar el impresionante progreso económico y social que se ha hecho en la última década", destacó Van Rompuy.

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, no quiso valorar las preferencias por uno u otro equipo europeo, pero sí recordó que Brasil ha ganado el Mundial en cinco ocasiones y es un país al que le gusta "competir" y "jugar al fútbol".

"Vemos a la UE como una de las mayores fuentes de buen fútbol. No quiero entrar en la discusión de diablos contra ángeles. Todo el mundo es bienvenido", comentó.

Rousseff aseguró además que este Mundial no va a ser solo un evento deportivo. Es "una oportunidad para que Brasil muestre al resto del mundo de qué está hecha, cómo de dinámica es nuestra nación", destacó.

"Vamos a recibir a nuestros invitados y esperamos que se sientan bienvenidos y en casa", subrayó.

La presidente brasileña no hizo ningún comentario acerca de la seguridad en el país ni de la marcha de las obras en los estadios.