Belasteguín: "Nunca disfruto un golpe espectacular, es mi obligación"

  • Le cuesta asimilar que muchos ya le consideren el mejor jugador de pádel de la historia, ya que, para el argentino Fernando Belasteguín, número uno del mundo, él solo es un tipo con "poco talento, pero mucho sacrificio", que, incluso, admite que no disfruta al lograr un golpe espectacular, porque simplemente es su obligación.

Àlex Cubero

Barcelona, 6 jun.- Le cuesta asimilar que muchos ya le consideren el mejor jugador de pádel de la historia, ya que, para el argentino Fernando Belasteguín, número uno del mundo, él solo es un tipo con "poco talento, pero mucho sacrificio", que, incluso, admite que no disfruta al lograr un golpe espectacular, porque simplemente es su obligación.

En una entrevista para Efe en Barcelona, donde el jugador participará a partir de mañana en el XIV Internacionales de Pádel de Cataluña, enmarcado en el mejor circuito profesional del mundo, el Padel Pro Tour, Belasteguín ha reconocido que llega con la "espina clavada" de la reciente derrota en el Mundial.

"Tengo muchas ganas. Pero, si te soy sincero, ya está pasado. Tenemos una manera de ver el deporte en el que nos centramos en el objetivo más próximo y vamos a tratar de hacerlo lo mejor posible", ha explicado 'Bela' sobre la eliminación en cuartos del Mundial que se celebró hace dos meses en Barcelona, donde reside y entrena.

Tan presente está esa mentalidad en Belasteguín que no tiene problemas en reconocer que la derrota a manos de sus compatriotas Cristian Gutiérrez y Fernando Poggi "es buena para el pádel, porque nos obliga a seguir trabajando cada día para mejorar".

"Ojalá sigamos teniendo ese afán de superación y ese hambre para que, cuando se pierde, sacar los errores de forma positiva y trabajar para mejorar", ha reiterado el número uno del mundo, puesto que ocupa desde hace una década, señalado por muchos ya como el mejor de la historia, pese a que él no se ve como "ejemplo de nada".

"Te llenan de elogios, pero no los asimilas. Uno no llega a tomar consciencia de lo que representa para este deporte, pero es un orgullo personal que hablen así de mí. Creo que disfrutaré más cuando deje el pádel, mire mi currículo y quizá me de cuenta, de verdad, que escribí una página en este deporte", ha asegurado.

Algo que, a su juicio, sería imposible sin su pareja de baile desde hace once años, Juan Martín Díaz. "Para que te hagas a la idea -bromea-, le conozco hace más tiempo que a la madre de mis hijos", ha revelado.

"Es mi ídolo. Es la genialidad con trabajo. Un tío humilde, con valores que admiro. Tras tanto tiempo, si el que tienes al lado no deja de sorprenderte, es porque se trata de un genio", ha aseverado.

"Yo, en cambio -ha matizado-, talento tengo muy poco. Soy lo que se ve en la pista. Lo bueno y lo malo, lo poco o lo mucho. Soy puro trabajo, con ganas de aprender y seguir mejorando siempre. Quizás mi estilo es muy feo, pero lo que intento es tirar la pelota donde más daño le hace al adversario".

Quizá por eso, a sus 33 años y tras casi dos décadas como profesional, este jugador de Pehuajo (Argentina) que dejó el fútbol porque era un "tuercebotas", reconoce que nunca ha llegado a disfrutar del mágico instante en el que se logra un golpe perfecto.

"Cuando hago un golpe espectacular no lo disfruto, porque sé que estoy preparado para hacer eso. En cambio, si juego a tenis o fútbol, fuera de mi profesión, disfruto un montón, porque siento la sensación del amateur", relata. "En el pádel, siendo sincero, puedo hacer un golpe lindo y no lo disfruto nada. Es solo mi obligación".

En todo caso, Belasteguín considera que el secreto de la popularidad actual del pádel reside en que es un deporte que hace disfrutar a todos, "muy fácil de practicar, en el que no importa el rango de edad, de sexo, de peso, de nada", además de haber dejado atrás el estereotipo de deporte ligado a las clases altas.

"Hace siete años, cuando me subía a un taxi y decía que iba al club de pádel, me respondían: "¡Ah, el deporte del presidente Aznar! Ahora, no tenemos a nadie en nuestra familia que no conozca este deporte o no lo haya practicado. Está muy popularizado y aún tiene que crecer mucho más", ha sentenciado Belasteguín.

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