Boateng o la vuelta de un gran stopper en la Mannschaft

Criticado por su flojo ataque en la Eurocopa-2016, el campeón mundial Alemania más bien se ha destacado hasta ahora en el torneo por su sólida defensa, con Jerome Boateng a la cabeza, jugando un papel de stopper infranqueable que recuerda al gigante Peter Briegel, estrella de la Mannschaft en los años ochenta.

Boateng lentamente se ha convertido en una roca inamovible en la defensa germana. Un irremplazable para su seleccionador Joachim Low, quien al principio lo usaba como lateral izquierdo y con el tiempo lo fue corriendo al medio, para que impusiera su impresionante físico en todos los sectores de la retaguardia.

Con su tiempismo, ductilidad y fortaleza, es un stopper a la antigua de la era moderna, una verdadera reencarnación de aquel Briegel impenetrable de la Alemania del Mundial de España-1982 y México-1986, que los germanos coronaron ambas veces con el subcampeonato.

Aunque Boateng, que eligió jugar para Alemania a diferencia de su hermano Kevin-Prince que optó por Ghana optando por representar la sangre de su padre y no la de su madre, ya lo superó en el ránking de los hinchas, después de la consagración alemana en el Mundial de Brasil-2014, donde el central fue una de las grandes figuras del equipo de Joachim Low.

"Jerome hace un tiempo que es un verdadero líder. Parte de nuestra victoria en Brasil fue por su desempeño", dijo 'Jogi'.

En esta Eurocopa de Francia-2016, en la que Alemania arrancó a paso lento y remolón (victoria sufrida 2-0 ante Ucrania y empate 0-0 con Polonia), Boateng ha estado por arriba de la media del nivel de sus compañeros, haciendo un partidazo contra los polacos después de borrar toda la noche en el duelo personal contra el peligroso atacante Robert Lewandowski, compañero suyo en el Bayern Múnich.

Jerome ya es uno de los líderes indiscutibles. Adentro como afuera del campo, imponiendo su agilidad en el césped y su voz delante de los micrófonos.

"No hemos ganado ningún duelo arriba. Tenemos que mejorar", criticó a sus compañeros de ataque, sin temor a abrir brechas dentro del vestuario. "Fue una crítica justa y pertinente", lo apoyó Low por las dudas.

Es que Boateng se anima a hablar de lo que sabe y entiende después de callar otras que dice no afectarle. Comenzando por un ataque de tono racista que le lanzaron en su tierra.

"La gente estima que es un buen futbolista, pero no quieren tener a un Boateng de vecino", había dicho a fines de mayo Alexander Gauland, vicepresidente del partido populista AfD sobre el stopper nacido en Berlín.

"Me da risa, es triste hacer ese tipo de declaraciones hoy en día", respondió el central para cerrar el debate y dejar en ridículo al político.

Boateng prefiere hablar en el campo y eso es lo que quiere volver a demostrar ante Irlanda del Norte el próximo martes en París, donde la Mannschaft se juega el pase a octavos.

"Es un jugador de clase mundial que no sólo asegura en el fondo, sino también con el impulso que le da al ataque" con su juego vertical, lo elogió Löw.

Gran juego aéreo, sólido con la pelota, buen pase al ataque para sorprender con su escuela de lateral que aprendió en las filas del gran Bayern, Boateng dio con éxito el 87% de sus pases (64) contra los polacos, mostrando que también es salida clara de la Mannschaft.

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