La DFB considera probado que Guerrero incurrió en una "agresión física contra un espectador en respuesta a una provocación verbal", al término del partido de la Bundesliga contra el Hannover, el pasado fin de semana.
El peruano se dirigía a los vestuarios entre un alud de abucheos y silbidos, tras el 0-0 con el que terminó el encuentro, y lanzó la botella contra un aficionado de la tribuna, al que dio en pleno rostro.
La suspensión implica el fin de la presente temporada de la Bundeliga para Guerrero, de 26 años, en un incidente que además pasó a manos de la justicia y le había ocasionado ya una sanción por entre 50.000 y 100.000 euros de su club.
A pesar de que el agredido no ha presentado denuncia, la fiscalía de Hamburgo abrió diligencias contra el jugador por sospecha de agresión física.
El Hamburgo, por su parte, actuó con contundencia y le impuso la sanción económica más alta de la historia del club, por un monto cuya cuantía no precisó, pero que en medios alemanes se estima en 50.000 o hasta 100.000 euros.
Al parecer, Guerrero se sintió insultado por algo que escuchó desde el graderío y lanzó la botella de plástico que tenía en la mano contra un espectador que se encontraba en esa tribuna. Tras ello, los servicios de vigilancia tuvieron aún que contenerlo, puesto que pretendía lanzarse hacia la tribuna.
El jugador se ha disculpado con posterioridad por su reacción, calificada de injustificable en un profesional tanto por voces federativas como de su propio club.
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