Colombianos cierran gira por Sudáfrica inspirada en los valores del rugby

  • Un grupo de dieciocho jóvenes de comunidades conflictivas en Colombia cerró hoy su visita de ocho días a Sudáfrica con una conclusión unánime: los valores del rugby sirven para superar la violencia y la exclusión social.

Pretoria, 6 mar.- Un grupo de dieciocho jóvenes de comunidades conflictivas en Colombia cerró hoy su visita de ocho días a Sudáfrica con una conclusión unánime: los valores del rugby sirven para superar la violencia y la exclusión social.

Los muchachos, nueve chicos y nueve chicas antioqueños menores de 16 años, participaron en un programa del Gobierno de Colombia para impedir que los jóvenes caigan en las redes de los grupos armados ilegales, a fin de "transformar el liderazgo violento" en "liderazgo virtuoso" a través de la práctica del rugby.

En un encuentro con Efe en Pretoria, los adolescentes destacaron las enseñanzas de disciplina, autoridad, autocontrol, compromiso y perdón de uno de los deportes más populares de Sudáfrica.

Durante su estancia en el país austral, los jóvenes antioqueños continuaron con los entrenamientos de rugby que hace pocos meses comenzaron en Colombia.

"Este deporte te ensaña a levantarte cada vez con más ánimo de los tropezones y caída de la vida, y a no guardar rencor a los adversarios", explicó a Efe María Lucía Ramírez Palacios, una de las integrantes del grupo.

"Si eres alguien comprometido con el deporte que haces también lo serás en la vida", afirmó Marinus Van der Waat, el entrenador que ha preparado a los chicos en Sudáfrica.

Según Van der Waat, es fácil identificar en el campo a quienes son líderes también fuera de él en sus comunidades.

Este liderazgo han comenzado a aplicarlo algunos participantes en el programa, como Andrés David Garcés Restrepo, que dirige con otros compañeros un club de rugby en Antioquia.

Este equipo atrae a cada vez más jóvenes, a quienes da motivos de esperanza y superación y les quita tiempo y energía para dedicarse a las pandillas violentas, el alcohol o las drogas.

La importancia del estudio y la recompensa del esfuerzo son otras de las claves de la iniciativa.

"El que no estudia no aprueba. Y el que no aprueba no viaja", dice Jorge Iván Carvajal, hasta hace poco un "mal estudiante", en referencia al programa, que ha llevado a jóvenes colombianos a países como Francia o el Reino Unido, además de Sudáfrica.

Entre los lugares visitados durante el viaje, el Museo del Apartheid -régimen segregacionista impuesto hasta 1994 por la minoría blanca- de Johannesburgo impresionó especialmente a los jóvenes, que celebraron que blancos y negros vivan en paz menos de dos décadas después del fin del racismo institucionalizado.

"Lo que más satisfecho me deja es que (los chicos) han asimilado muy bien el proceso de reconciliación, tras conocer los antecedentes en Sudáfrica en la década de los 80", dijo el embajador colombiano, Mauricio González López, en referencia a los años de intensa violencia racial de las postrimerías del apartheid.

Además, los muchachos "han visto cómo hoy se convive armónicamente en la calle y en los centros comerciales y han entendido la importancia del respeto y el perdón, y que con violencia todos pierden", añadió González.

La pervivencia de la separación entre blancos y negros en la vida diaria de Sudáfrica llamó también la atención de los chicos, que acostumbrados al mestizaje colombiano consideran que la segregación en su país se da por razones económicas y no raciales.

Según el joven Andrés Polo Martínez, "en Colombia la discriminación es por la forma de ser, el físico o el dinero, pero menos por la raza".

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