Cuando ser árbitro es más peligroso que cruzarte con Pepe

  • Un anciano juez de sumo noqueado por un orondo luchador es el último de los árbitros que acaban inconscientes mientras hacen su trabajo. Te presentamos los mejores vídeos de colegiados que acaban KO.
Cuando ser árbitro es más peligroso que cruzarte con Pepe
Cuando ser árbitro es más peligroso que cruzarte con Pepe
lainformacion.com
Quique Peinado

Ser árbitro en el deporte profesional es una profesión a veces poco agradecida pero, en ocasiones, es algo peor que eso. Estar en medio de la acción puede hacer que acabes siendo noqueado. Y si no, miren estos ejemplos.

Sumo: Cuando el anciano árbitro sale volando.

Aunque parezca mentira, cuentan las crónicas desde Japón que esta escena es la primera vez que se da en la centenaria historia del deporte tradicional japonés. Shozaburo Kimura, un anciano juez de este deporte, acabó inconsciente y yendo al hospital tras llevarse un tremendo golpe en el combate entre Waruto y Wakakoyu. El gyoji, que así se llaman los árbitros de sumo, sale literalmente volando.

Boxeo: El púgil que atizó a dos árbitros en la misma pelea.

En 1982, en Las Vegas, ocurrió una escena tan insólita qur ya es historia del deporte. El cubano Luis Cárdenas y el canadiense Willie de Wit se enfrentaban en una dura pelea cuando al caribeño, en un momento de mucha intensidad, se le fue una mano donde no estaba previsto y acabó mandando a la lona al pobre árbitro, de 65 años, que cayó redondo a la lona. Tras reanimarlo y comprobar que no tenía más daño que un corte en la nariz, el combate se reanudó 20 minutos después. La fiereza de los púgiles seguía intacta y Cárdenas repitió hazaña: desvió un golpe y le atizó al árbitro que había sustituido al anterior. Por suerte no le dio de lleno y pudo seguir haciendo su trabajo. El cubano dio a dos colegiados, pero a su rival no lo suficiente: perdió por KO.

Baloncesto: La peor agresión de la historia del deporte.

Ocurrió en 2001 en Uruguay. Natural de Islas Vírgenes pero nacionalizado argentino, Elnes Bolling, de 39 años y jugador del Racing de Gualeguaychú, propinaba al árbitro Fabián Blumenblant un brutal puñetazo que dejaba helado al mundo, en una imagen que recorrió el planeta. El jugador ya tenía graves antecedentes de agresiones. El colegiado sufrió varias fracturas en la cara y una conmoción cerebral que lo mandaron varias semanas al hospital, y estuvo cerca de perder la visión en un ojo. Bolling nunca más jugó el baloncesto. El árbitro demandó y ganó el juicio, que terminó con la sede del club embargada por la justicia. Actualmente, Bolling es entrenador en Argentina, en un equipo (El Chorrillero) en el que juega su hijo. Es toda una institución en el baloncesto sudamericano, pero quedará marcado para siempre por la brutal agresión.

Taekwondo: Volverse loco delante del mundo entero.

Para los deportistas de disciplinas minoritarias, los Juegos Olímpicos son el momento en el que, cada cuatro años, consiguen que el mundo entero pose sus ojos en ellos. Ángel Valodia Matos había ganado la Olimpiadas de 2000 en taekwondo (80 kilos), y en Pekín 2008 era uno de los favoritos. Una sanción del colegiado le hizo perder la cabeza y le dio una patada espeluznante. Sancionado de por vida por la Federación Internacional, hoy es entrenador del equipo cubano de taekwondo.

Rugby: En el lugar equivocado en el momento impreciso.

Hay veces en las que estar donde uno no debe puede hacer que acabes en el suelo. Que se lo pregunten si no a este árbitro de rugby en una división menor de Australia. En el partido entre Slade Point y Kuttabul, a la salida de una melé una patada a seguir terminó con el colegiado recibiendo un impacto de espanto. En la imagen se ve cómo cae redondo al suelo. El colegiado reconoció que al volver a ver la luz minutos después no sabía de dónde le había venido tan brutal impacto.

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