Dani Moreno primero en el fin del mundo

  • El español Dani Moreno (Katusha), cumplió su sueño de conquistar el "Fin del Mundo" al adjudicarse la cuarta etapa de la Vuelta disputada entre Lalín y Fisterra, donde unos pocos segundos hicieron retornar el maillot rojo a la percha del italiano Vincenzo Nibali (Astana).

Carlos de Torres

Fisterra (A Coruña), 27 ago.- El español Dani Moreno (Katusha), cumplió su sueño de conquistar el "Fin del Mundo" al adjudicarse la cuarta etapa de la Vuelta disputada entre Lalín y Fisterra, donde unos pocos segundos hicieron retornar el maillot rojo a la percha del italiano Vincenzo Nibali (Astana).

Moreno, madrileño de 31 años, tenía marcada la cima que estrenaba la cima de la Costa de la Muerte. "Cigarrín" se lo dijo ayer a su jefe, "Purito" Rodríguez, y el anhelo subió como el humo por la estrecha carretera que desembocaba en el Faro de Fisterra.

Allí levantó los brazos ante el acoso inmediato del suizo Fabian Cancellara (Radioshack), que trató de amargarle la tarde. Oportuno, Moreno arrancó a 500 metros de meta, después de que Juan Antonio Flecha tratara de sorprender.

En la refriega postrera quedó cortado el líder Chris Horner. Cosa de 6 segundos, pero suficientes para que "la roja" volviera a las espaldas del "Tiburón" italiano, Vincenzo Nibali, otra vez al frente, con 3 segundos sobre el "abuelo" del Radioshack, solo rey un día, y 8 respecto al irlandés Nicolas Roche (Saxo Tinkoff).

La cuesta inédita de 2 kilómetros no relegó a nadie más. Valverde y Purito mantuvieron sus posiciones, a 24 y 56 segundos de Nibali.

Etapa rápida, sin respiro, de sube y baja constante desde Lalín, encrucijada de todos los caminos peregrinos que conducen a Santiago; hasta Fisterra, salpicada de momentos de considerable ventolera.

Cinco corredores amenizaron la última etapa en tierras gallegas hasta el Mirador de Ézaro, un muro a 34 kilómetros de meta que el año pasado estrenó Purito en duelo con Contador, con rampas de hasta el 30 por ciento.

En esas brutales pendientes cedieron cuatro aventureros del día: el suizo Wyss (BMC), el campeón finlandés Veikkanen (Francaise), el belga Vanendert (Lotto) y el danés Rasmussen (Garmin), todos ellos clavados en el asfalto; pero aguantó el francés Nicolas Edet (Cofidis), quien coronó en solitario con 30 segundos de adelanto sobre un desperdigado pelotón.

Escenas dolorosas. Los corredores retorciéndose, haciendo eses o directamente con el pie en tierra; incluso atascados como si se tratase de un "sanfermín" en bicicleta. Algunos tuvieron una mano amiga que les empujó unos metros.

La bajada alivió el trance ya en espera del aliciente definitivo. Amets Txurruka (Caja Rural) alcanzó a Edet y luego se unieron Luis León Sánchez (Belkin), Vicioso (Katusha), Nerz (BMC) y Herrada (Movistar). Proyecto anulado, pues el Radioshack de Horner ordenó la neutralización.

Faltaba la subida hasta el Faro de Fisterra, un salvavidas para los hombres del mar que desde 1853 preside un paraje tan bello como agresivo. Un pelotón a la conquista de un lugar de leyenda, junto al enorme cementerio humano y naval que tapan las aguas bravas del fin del mundo.

Un escenario de mil años de naufragios, el último el del "Prestige", en noviembre del 2002. Una meta para un día de gloria, de los que muchos señalan en su calendario. Tampoco se trataba de una pared, sí de una cuesta de 2 kilómetros al 5,3 por ciento de pendiente.

El Astana empezó marcando el ritmo, pero atacó primero, en serio, Juan Antonio Flecha (Vacansoleil). La maniobra despertó al Movistar, que neutralizó al catalán con José Herrada de vigilante. Con las fuerzas mermadas por los arreones llegó el momento de Dani Moreno, hombre de confianza y compañero de entrenamientos de "Purito" en tierras andorranas.

Si un lugar era idóneo para quemar las naves, era ese, y Moreno se lanzó en busca de su sueño. Ataque lejano, a su estilo. Intriga, pues Cancellara salió en su busca, como un obús. Pero al suizo le falló el tiro. Dani Moreno se le adelantó en el último confín del universo.

Su segunda victoria en la Vuelta, ya que se estrenó en Sierra Nevada (2011), el mismo año de su conquista del Giro del Piamonte. No son sus únicas joyas, pues este año se consagró con la Flecha Valona. El fin del mundo le pilla ganando. Un sueño para siempre. La vida, y la Vuelta, siguen.

Mañana se disputa la quinta etapa, entre Sober y Lago de Sanabria, de 174,3 kilómetros. La Vuelta sale de Galicia después de cuatro jornadas.

Mostrar comentarios