Dani Moreno, un látigo al abrigo del calor

  • Alejandro Valverde, Purito Rodríguez, Philippe Gilbert... son algunos "rematadores de etapas" del pelotón internacional, pero Fisterra, sede del "Fin del Mundo" consagró a otro componente de ese grupo de especialistas: Dani Moreno, un gregario que también colecciona perlas en su palmarés.

Fisterra (A Coruña), 27 ago.- Alejandro Valverde, Purito Rodríguez, Philippe Gilbert... son algunos "rematadores de etapas" del pelotón internacional, pero Fisterra, sede del "Fin del Mundo" consagró a otro componente de ese grupo de especialistas: Dani Moreno, un gregario que también colecciona perlas en su palmarés.

El madrileño, de 31 años, formado en Fuenlabrada, primero en la escuela de ciclismo "Cedena" y luego profesional 2004 con el equipo Relax-Bodysol, conquistó la cima de la Costa de la Muerte con un cambio de ritmo que hizo inútil el esfuerzo de la locomotora suiza Fabian Cancellara, quien salió en su búsqueda como un obús.

Moreno salió del Fuenlabrada para alistarse en el Caisse D'Epargne de Eusebio Unzue en 2008 y luego probó suerte en el Omega Pharma. En ambos equipos, dos victorias, en la Euskal Bicicleta y Vuelta a Chihuahua.

En 2011 se ilumina con su fichaje por el Katusha, el equipo de Joaquim "Purito" Rodríguez, quien le adopta como hombre de confianza, pero con mando en plaza en múltiples ocasiones. El catalán ha sido y es generoso con el madrileño, con permiso para sacar el látigo cuando ve ocasión de ganar

Con los colores del equipo ruso suma 12 victorias en su tercer año. Éxitos de postín: 2 etapas de la Vuelta, 2 en el Dauphiné, Vuelta a Burgos y sobre todo, dos perlas: el Giro de Piamonte en 2011 y la Flecha Valona, su consagración, en la presente temporada.

Corredor ligero, 59 kilos, obtuvo la quinta plaza en la Vuelta 2012, superado solo por los mejores de aquella ronda en la que Contador, Valverde y Purito coparon las plazas del podio.

Moreno es el brazo derecho de Purito fuera y dentro de la carretera. Son amigos, cómplices y se entrenan juntos en los puertos andorranos, cerca del domicilio del jefe de filas del Katusha.

Eso sí, sólo cuando no tiene más remedio que venir a Europa por orden del equipo, para concentraciones y compromisos ineludibles. Moreno, casado con una argentina, prefiere entrenarse en el país de su esposa, en Córdoba. Se declara alérgico al frío.

"El invierno no lo llevo muy bien y prefiero entrenar en Argentina. Cuando termine la temporada me iré allí y hasta febrero a mí no me ven el pelo por aquí. Con el calor que hace allí estoy de maravilla", dijo tras cumplir su sueño en Fisterra, donde soñaba con alzar los brazos.

"Esto es increíble. Es que he ganado en el Fin del Mundo", decía emocionado.

Pero como soñar es gratis, Moreno no guarda el calendario de sueño, ese donde se marcan las citas claves. "Valdepeñas de Jaén tiene una llegada que se nos puede dar bien", avisa.

Aunque el señalado para su conquista sea el jefe "Purito" Rodríguez, el látigo de Moreno está preparado. La opción B. Antes de que llegue el crudo invierno.

Mostrar comentarios