Dinamarca, pasión por el balonmano

  • Pese a la ausencia de grandes reclamos en el aeropuerto de Kastrup, en Copenhague, o en las calles de Aalborg, sede del grupo B en el que milita el conjunto español, Dinamarca se dispone a dar rienda suelta en las dos próximas semanas a una de las grandes pasiones nacionales, el balonmano No en vano, los daneses discuten la paternidad de este deporte a Alemania, donde la mayoría de los expertos sitúan el origen del balonmano moderno, con la creación en 1917 en Berlín por parte del profesor d

Javier Villanueva

Aalborg (Dinamarca), 11 ene.- Pese a la ausencia de grandes reclamos en el aeropuerto de Kastrup, en Copenhague, o en las calles de Aalborg, sede del grupo B en el que milita el conjunto español, Dinamarca se dispone a dar rienda suelta en las dos próximas semanas a una de las grandes pasiones nacionales, el balonmano

No en vano, los daneses discuten la paternidad de este deporte a Alemania, donde la mayoría de los expertos sitúan el origen del balonmano moderno, con la creación en 1917 en Berlín por parte del profesor de gimnasia Max Heiner de un juego denominado "torball".

Deporte, inspirado entre otros en el "Haandbol", una especialidad jugada desde 1898 en Dinamarca y desarrollada por el también profesor de educación física Holger Nielsen, en la que a semejanza del fútbol se trataba de meter goles en una portería, pero en esta ocasión con las manos.

Una más que centenaria historia de amor, que Dinamarca intentará redondear el próximo 26 de enero ante los 14.000 espectadores que previsiblemente abarrotarán el Jyske Bank Boxen de Herning con la conquista ante su público de su tercera corona continental, la segunda consecutiva.

Y es que en Dinamarca el balonmano es más que una pasión, como demuestran los alrededor de 900 clubes, que acogen a los 113.000 jugadores -55.000 masculinos y 58.000 femeninos- que tenía registrados la Federación Danesa en 2013.

Circunstancia que convierten, como explicó el internacional español Albert Rocas, que milita este curso en el Kolding Copenhague danés, cada encuentro en algo más que un simple evento deportivo, sino en toda una "reunión social".

"El día de partido la gente se reúne en el pabellón, se junta con los amigos, con los vecinos, es como una reunión social. No es sólo ver el partido y después irse a casa, la gente se queda en los pabellones, se organizan comidas y cenas tras los encuentros. La gente pasa el día en el pabellón", explicó Rocas en declaraciones a EFE.

Una vertiente social que va estrechamente ligada a la intensa labor formativa que tanto la Federación como los clubes vienen desarrollando desde hace años y que ha permitido a Dinamarca lograr un total de 82 medallas, en todas las categorías, en Europeos, Mundiales y Juegos Olímpicos.

"En todas las pistas organizan antes de los partidos circuitos para que los niños jueguen al balonmano. Juegos en los que los niños esquivan conos botando con la pelota o lanzan a portería para ganar los premios que ofrecen los patrocinadores de los equipos", señaló Rocas.

Hecho que convierte al balonmano en uno de los deportes más populares de Dinamarca, como atestiguan los más de 3,2 millones de espectadores, casi un 60 por ciento de los 5,5 millones de habitantes del país, que en 2011 vieron la final del Mundial entre Dinamarca y Suecia y en la que los nórdicos cayeron por 37-35 en la prórroga.

"La repercusión mediática es mayor que en España. Como en todos los lados siempre está el fútbol, pero cuando hay Liga o Liga de Campeones en los periódicos siempre ves dos o tres páginas con información del balonmano y no sólo de chicos, también de chicas, y en los informativos de la televisión igual", resaltó Rocas.

Porque si la selección masculina no ha dejado de cosechar éxitos en los últimos años, el equipo nacional femenino forma parte ya de la leyenda del deporte danés, tras encadenar tres oros olímpicos consecutivos en los Juegos de Atlanta 1996, Sydney 2000 y Atenas 2004.

Logros en los que jugó un papel fundamental Ulrik Wilbek, el actual seleccionador masculino, que se hizo cargo en marzo de 2005 del equipo absoluto danés, tras conquistar la triple corona -oro olímpico, mundial y continental- al frente del conjunto femenino.

Títulos que junto con los dos Europeos conquistados por el equipo masculino en 2008 y 2012, así como las dos medallas de plata cosechadas en los Mundiales de 2011 y 2013 han convertido a Wilbek, autor de varios libros de éxito y un solicitado conferenciante, en toda una personalidad en Dinamarca.

Un Wilbek que abandonará tras el torneo los banquillos para pasar a ocupar funciones directivas en la Federación Danesa, un motivo más para que el público se vuelque con su selección, que quiere despedir con un nuevo oro a su entrenador.

Ya que como dice la canción oficial del torneo, interpretada por la artista local Nabiha, "este es el momento y quiero gritarlo a los cuatro vientos", Dinamarca es balonmano, y jugadores, técnicos y aficionados se los quieren demostrar al mundo entero.

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