Duelos de los hemisferios Norte y Sur en busca de la final

  • Al igual que ocurrió hace 24 años en la primera edición de la Copa del Mundo de rugby, los 'All Blacks', Australia, Francia y Gales, dirimirán las semifinales del torneo universal del balón oval, pero en esta ocasión se presentan como finales de los hemisferios Norte y Sur para presentar su candidato al título.

Redacción deportes, 14 oct.- Al igual que ocurrió hace 24 años en la primera edición de la Copa del Mundo de rugby, los 'All Blacks', Australia, Francia y Gales, dirimirán las semifinales del torneo universal del balón oval, pero en esta ocasión se presentan como finales de los hemisferios Norte y Sur para presentar su candidato al título.

En aquella oportunidad, Nueva Zelanda batió a Gales por 49-6 y Francia a Australia por 20-24. Los kiwis luego ganaron la gran final al XV del Gallo y consiguieron el único título mundial que ilustra su palmarés.

Ahora estas semifinales, que se disputarán en el estadio Eden Park de Auckland, enfrentarán el sábado a Gales, la revelación del torneo, con Francia, y el domingo a los 'All Blacks' con los 'Wallabies', en lo que para muchos es la final anticipada.

Por lo tanto, la final presentará un partido con el que se podría considerar ganador del hemisferio Norte con el vencedor del hemisferio Sur.

Gales acude a su primera semifinal desde aquella primera edición mundialista con el aval de haber desplegado un gran juego con un equipo bastante joven y, a la vista de sus últimas derrotas ante los franceses en el Seis Naciones, entrega gustosamente a su rival la condición de favorito.

Sin embargo, Francia la rechaza de pleno. "No estoy seguro de que seamos favoritos. Sabemos que podemos jugar muy bien, pero no existe la certeza de que pueda ser suficiente", dijo Emile Ntamack.

Más contundente fue otro de los hombres clave del conjunto de Marc Lievremont, Morgan Parra: "No somos los favoritos, porque Gales es un muy buen equipo y debemos estar preparados".

Mientras tanto, Imanol Harinordoquy consideró que siempre es peligroso entrar en un partido con la vitola de favorito. "Preferimos ser aspirantes, es lo mejor. Además, esto es una semifinal y no hay que mirar quién es favorito, hay que estar pendiente de lo que tienes que hacer. Ellos son un buen equipo, con un gran espíritu, tienen jóvenes jugadores y desarrollan un juego muy fluido, lo que les hace peligrosos", indicó.

Harinordoquy incluso consideró que Gales puede ser más difícil de batir que Inglaterra, a la que Francia venció en cuartos por 19-12. "Son más peligrosos en el campo, porque nunca sabes qué es lo que van a hacer", apuntó

Incluso Lievremont, pese a la victoria por 28-9 en su último enfrentamiento, ha insistido en que los galeses "son fuertes, listos y muy bravos en defensa. Tienen hombres de clase mundial en muchas posiciones".

Tras deshacerse de Irlanda en cuartos (22-10) y de haber perdido solamente en su primer encuentro del torneo ante la última campeona, Sudáfrica por un solo punto (16-17), el equipo de Warren Gatland prefiere seguir sin hacer demasiado ruido y ponerse la piel de cordero y no la del dragón rojo de su apodo, aunque su sueño es seguir creciendo y superar las cotas de leyendas como Jonathan Davies, Robert Jones y Ieuan Evans.

El técnico de la selección galesa es consciente de que todo el mundo habla de los demás semifinalistas y este hecho les concede más tranquilidad.

Gatland se ha visto obligado a hacer un cambio respecto al equipo que venció a Irlanda debido a la lesión en un hombro de Rhys Priestland, su máximo anotador, que será sustituido por James Hook.

Francia repetirá el quince, según lo anunciado por Lievremont, aunque tendrá la duda hasta última hora de Dimitri Yachvili, también su máxima referencia en cuanto a anotaciones.

Será el partido 89 entre ambas selecciones y el balance presenta un gran equilibrio. Gales ganó 43 y Francia 42, mientras que tres encuentros terminaron en tablas. En cuanto a puntos el marcador refleja un 1.297-1.295.

La segunda semifinal, la que más expectación ha generado, tendrá lugar el domingo. El partido de los partidos. El enfrentamiento 168 entre ambas selecciones, con 115 victorias de los neocelandeses, que cayeron ante sus eternos rivales en las semifinales de 1991 y 2003.

Se medirán los dos primeros del ránking. Los 'All Blacks' disponen del factor campo a su favor, como demostraron en el primer Mundial, y los 'Wallabies' de la ventaja de tener menos presión y de tener fresco el recuerdo haber ganado a sus eternos rivales en Brisbane trece días antes del torneo por 25-20 en el último encuentro del Tres Naciones, torneo del Hemisferio Sur.

Nueva Zelanda es la única selección invicta y llega tras superar a los correosos 'Pumas' argentinos por 33-10. Australia perdió en su grupo ante Irlanda (6-15), aunque luego se rehizo y destronó a Sudáfrica, defensora del título, en cuartos (11-9). Otro aval para la moral de los 'aussies'.

Australia, dirigida por un exjugador de los 'All Blacks', Robbie Deans, está convencida de que a su favor juega la gran presión que hay sobre los locales, pero tampoco se puede olvidar que no ganan en Eden Park desde 1986.

El australiano Rocky Elsom resaltó que "son el número uno del mundo y están delante de un país que espera que ganen la Copa del Mundo y que no tolerará derrota alguna".

David Nucifora, miembro del cuerpo técnico australiano y que vivió tres años en Nueva Zelanda cuando dirigía al Auckland Blues, aseguró que el título "significa mucho para los neozelandeses y eso pondrá mucha presión en el equipo y en los jugadores. Solamente hay que andar por las calles, dar un paseo, para darse cuenta de que la presión va en aumento".

Sin embargo, los 'All Blacks' aseguran que están preparados para soportar esa carga, tal y como manifestó Steve Hansen, entrenador ayudante de Graham Henry en los anfitriones.

"Siempre hay presión, la clave es cómo se reacciona a ella. Estamos deseosos de llegar y disputar la semifinal. No hay nada más grande. Lo que hay que hacer es controlar la presión, no que te controle a tí", aseguró.

Ni las bajas de hombres determinantes como Dan Carter, Colin Slade y Mils Muliaina merman el sueño kiwi. Nueva Zelanda sabe que tiene mimbres de primer nivel. "Los grandes jugadores tienen que jugar como tal en los grandes partidos", dijo Hansen.

Obviamente, el respeto es máximo hacia los 'Wallabies'. "Son el gran equipo que siempre han sido. Sufrieron una derrota pero son igual de potentes", señaló Victor Vito.

La derrota en el Tres Naciones, además, ha servido de aprendizaje para los 'All Blacks'. "Hemos aprendido de ello, hemos sacado cosas en caro y además nos motiva más", indicó Andy Ellis.

Richie McCaw se ha recuperado de una lesión en el pie derecho y podrá estar a disposición del técnico de Nueva Zelanda, mientras que Deans ha incluido al zaguero Kurtley Beale en el quince inicial, aunque debido a una lesión muscular podría sacarle del mismo a última hora. Si no puede jugar, Adam Ashley-Cooper ocuparía su lugar y Anthony Faingaa entraría y Rob Horne saldría al banquillo.

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