El Benfica supera al Zenit por el carril derecho

Las Águilas del Benfica dieron dos precisos picotazosal Zenit de San Petersburgo, que se plantó en el Estadio de la Luz de Lisboacon un 3-2 favorable, pero no supo afrontar el partido de vuelta de octavos (2-0).Adiós a la Champions para los rusos y premio gordo para los portugueses, quehan llegado más lejos de donde esperaban a priori.Maxi Pereira, en el tiempo añadido de la primera parte, cazóun rechace en el área de Malafeev y cruzó el balón fuera del alcance delportero ruso. 1-0 y la eliminatoria de cara. El uruguayo actuó como un cazagoles del área, como un delanterocentro de manual, a pesar de jugar como lateral derecho. No sólo subió la bandacon peligro, sino que se metió en el área tras combinar con Bruno César y suaparición por sorpresa valió la clasificación. El tanto hacía justicia porque el Benfica había sido mejor,dentro del nivel del partido, bastante mediocre, como si no fuera de Champions.El equipo local, sin Pablo Aimar pero con los españoles Javi García y Rodrigo(Nolito entró más tarde), controló el juego y se dejó llevar, como si el golfuera cuestión de tiempo, algo que por otra parte al final se cumplió.El peligro lisboeta llevó casi todo el peligro por la banda derecha, donde Maxi y Bruno César acumularon las pocas jugadas de peligro de su equipo y superaron claramente a Anyukov, que se lesionaría, y Bystrov, que sería sustituido. Por esa banda se desangró el Zenit, que por otra parte estuvo muy frío todo el partido y demostró poco carácter. Jugó al principio a que los minutos pasasen sin que pasara nada, y cuando algo pasó y llegó el gol no supo cambiar el guión. Fracaso en toda regla del líder ruso.

Cuando algo apretaban los rusos, más por nervios del Benfica que por aciertos propios, Nelson Oliveira acabó con sus ilusiones. Su gol llegó otra vez en el tiempo añadido, esta vez en la segunda parte, y, por supuesto, por la banda derecha, el puñal de las Águilas. La jugada la inició el brasileño Bruno César y la acabó el portugués, que eufórico por meter a su equipo entre los ocho mejores de Europa se quitó la camiseta y vio la tarjeta. Pero la gesta lo merecía. Tal y como están las otras eliminatorias, todavía habría posibilidades de tener un cruce 'asequible' para llegar a ¡las semifinales!