El Comité de Competición ha sancionado con un partido a Sergio Ramos por la tarjeta roja directa que vio en el partido ante el Barcelona por el penalti cometido por Neymar. En el club han enviado pruebas para intentar demostrar que el defensa no tocó al delantero, pero las mismas han sido desestimadas.
Ramos fue castigado con un partido de suspensión por "infracción de las reglas del juego determinante de expulsión" y, según explica el Comité de Competición, "el acta arbitral" señala que el capitán madridista fue expulsado por "derribar a un adversario impidiendo una manifiesta ocasión de gol".
Añade que el Real Madrid ha presentado "en tiempo y forma un escrito de alegaciones, aportando prueba videográfica", pero que "la atenta visión de la prueba aportada (limitada a la repetición de las imágenes a cámara lenta y escasa calidad) no permite encontrar una valoración diferente por parte del club alegante de un lance del juego, respecto a la realizada por el colegiado".
Por ello, confirman la expulsión de Sergio Ramos "por ser constitutiva de una infracción prevista en el artículo 114 del Código Disciplinario de la RFEF, merecedora de una sanción de suspensión por un partido". El jugador pagará una multa accesoria de 600 euros y el Real Madrid de 350 euros.
Mañana miércoles se reúne el Comité de Apelación para estudiar un nuevo recurso de Real Madrid, que en principio y salvo sorpresa será desestimado. Entonces, los abogaods del club blanco acudirán al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAD) para que otorguen al jugador una sanción cautelar y esté presente en el Ramón Sánchez Pizjuán.
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